martes, 1 de septiembre de 2015

SIN MIEDO SÍ HAY PARAÍSO

Tenía yo planificado no escribir esta semana más post y no sentía la necesidad de hacerlo hasta ayer por la noche. De repente, las redes sociales se encendieron en el mundo de la maternidad informada ante las declaraciones/consejos de una famosa comunicadora/actriz/presentadora/reportera... Profesional de los medios.

En un espacio televisivo de máxima audiencia en el que hablaba de embarazo y maternidad, la susodicha profesional de los medios espetó un consejo/advertencia respecto a los tatuajes en la espalda y el parto ya que, según ella, "sin epidural no hay paraíso". Es decir, que vivir un parto sin epidural, por descarte, es el infierno o, como mínimo, menos positivo, satisfactorio o feliz según se desprende de su consejo.

En un primer momento una puede pensar que cada uno es totalmente libre de dar los consejos que quiera cuando quiera y como quiera pero, claro, es que no estamos hablando de una persona cualquiera, sino de una profesional que debería tener cierta mesura a la hora de dar consejos de salud (sí, la utilización de una epidural es un consejo de salud) y aplicar criterios un poco más profundos que los de la propia experiencia, perfectamente respetable pero absolutamente fuera de lugar a la hora de aconsejar a nadie sobre algo tan importante como la aplicación de una medicación que puede afectar a la salud tanto de mamá como de bebé, así como al transcurso del parto y su finalización como parto natural, intervenido, instrumental o en cesárea.
Porque no, señores, no es lo mismo un parto natural que uno intervenido o una cesárea. Cada uno de ellos tiene sus indicaciones por motivos diversos de salud de madre o bebé que debe valorar e informar para decisión de la mujer el personal sanitario formado y acreditado para ello. Qué significa esto? Que no podemos ir recomendando de ningún modo intervenciones que no son inocuas en absoluto como es la epidural en base a nuestra simple experiencia personal cuando tenemos un púlpito desde el que expresarnos con tanta repercusión como el que tiene este tipo de profesionales.

En todo esto yo veo dos cuestiones clave de las que estas desafortunadas palabras que generan este post son reflejo a mi modo de ver: una es la irresponsabilidad y falta de consciencia que los comunicadores y personajes públicos tienen a la hora de expresarse. Olvidando que el privilegio de poder llegar a grandes cantidades de personas debe ir siempre acompañado de la obligación de hablar con criterio, al menos en temas tan importantes como es la salud de una madre y su bebé.
La segunda es la escasa importancia que damos a las experiencias maternales, a su parte emocional, fisiológica y a las mujeres que las viven, pensando en ellas como pobres víctimas de la naturaleza que están condenadas a sufrir lo indecible para tener hijos en lugar de pensar en una mujer de parto como una persona poderosa, fuerte, inmensamente importante que está haciendo una de las cosas más importantes para nuestra sociedad: darnos futuro.

Y, claro está, no olvidemos ese lenguaje del miedo tan instalado, tan coaccionante, tan amenazador... Ese que nos dice que sufriremos si no nos ponemos la epidural, que tendremos una experiencia de parto de pesadilla, que será insoportable... Señoras y señores, lamento llevarles la contraria, pero la experiencia de parto, la sensación de dolor, la vivencia del nacimiento de nuestros hijos es tan personal que, en contra de su teoría, son cada vez más las madres que viven un parto sin epidural, sin intervenciones, y que lo sienten como una experiencia plena y feliz así que, por favor, quédense su miedo, su amenaza de todo lo malo que nos pasará si no se nos interviene porque el miedo no informa, no aporta objetividad, no permite libertad de elección.
Dejemos de hablar desde el miedo y empecemos a hablar desde la consciencia y la información y objetividad para que las mujeres que decidan usar la epidural o tener cualquier otra intervención en su parto lo hagan informadas de verdad, no manipuladas, condicionadas, asustadas...

Termino ya porque mi intención no es sino reflejar el sentir y pensamiento de muchas personas que ayer nos quedamos atónitas al escuchar tal sinsentido. Pero antes invito a que la autora de esas palabras sobre el paraíso y la epidural visite las bibliotecas Cochrane, de la OMS y otros lugares donde la evidencia científica es la que prima. Sin ir más lejos, le puedo aportar el último artículo que casualmente leía hace unos días sobre la epidural y que la relaciona con posible mayor riesgo de depresión posparto y mayores dificultades en la lactancia. 

sin miedo sí hay paraísoEntiendo a Pilar Rubio, autora de la afirmación sobre la epidural y el paraíso, en la parte personal, ya que quizás ella habla por su experiencia, tal vez condicionada por ese lenguaje de miedo instalado desde hace tanto que ya ni recordamos cuando empezó, pero desde su experiencia... Pero no puedo sino pedir que seamos consecuentes con los lugares en los que aportamos según qué consejos y tratemos de informarnos antes de darlos.

Porque sin miedo sí hay paraíso, Pilar... con miedo no lo hay ni con la mayor dosis de anestesia o analgesia que nos puedan administrar.


Madre, Doula y Mujer.
serdoulasmadrid@gmail.com
Telf: 600218964

2 comentarios:

  1. Estoy completamente de acuerdo con tu comentario, la verdad que cuando lo escuché viendo el Hormiguero, me quedé muy contrariada...yo ciertamente tuve claro que quería epidural, por las circustancias del parto y todo lo que me pasó, pero decirlo así por la tele, sin ningún tipo de miramiento ni reflexión, me pareció muy chungo...Gracias por haber hecho esta reflexión, hacia falta!!

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    1. Gracias! La verdad es que es una reflexión muy personal, pero creo honestamente que no podemos dar consejos de salud sin conocimientos reales de todas las implicaciones amparándonos solamente en nuestra experiencia personal o lo que nos han contado... Y menos desde tan altos púlpitos...
      Un abrazo!

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