UN PASO EN EL CAMINO, PEQUEÑO, PERO ENORME A LA VEZ: EL RESPETO

Hace apenas unos meses de mi anterior post y cuántas cosas han cambiado en mí, cuánto siento que he evolucionado (¡¡y lo que me queda!! )
Quizá suene mal que sea yo quién lo diga, pero es así como lo siento; siento que dentro de mí se han transformado pensamientos, sentimientos y formas de ver las cosas.

En estos meses he tenido la oportunidad y el tiempo de adquirir nuevos conocimientos, nuevas perspectivas, reflexionar sobre ellos e integrarlos.

El primer módulo de la formación marcó un antes y un después en mi.forma de sentir la profesión.
(Son muchas las cosas a aportar y muchos los conocimientos adquiridos, así que intentaré resumir lo que me pareció más importante)

Antes de asistir a él, creí saber lo que significaba RESPETAR, pero respetar de verdad, sintiéndolo.
Y nada más lejos de la realidad... Me di cuenta de que, lo que hasta ese momento entendía como respeto, era tolerancia. Y una de las bases principales de la Doula (sino la más importante) en el acompañamiento es el respeto, sin juicios ni prejuicios.

Cuando la decisión de una mamá (o papá) te remueve por dentro...deberías parar, analizar y ser
consciente de que eso no es respeto, es tolerancia quizás.
Respeto significa no juzgar ninguna decisión (por contraria que sea a la nuestra). Es SENTIR que esa decisión es la mejor para la persona a la que acompañas simplemente porque es la suya, porque es su vida, y apoyarla.

TOLERAR NO ES RESPETAR
JUZGAR NO ES RESPETAR

En el momento en que no respetamos, debemos tener la capacidad, profesionalidad y, sobre todo, honestidad con nosotras mismas para aceptar nuestra limitación y retirarnos. Ser conscientes de que ese no es el camino adecuado para acompañar un proceso tan importante en la vida de una persona, y también ser conscientes de que el cómo la mamá se sienta ante el acompañamiento, marcará e influirá en su maternidad posiblemente, ya que ese acompañamiento debería suponer un espacio de libertad, donde no sentir juicios ni guías. Y el que no sea así hace que se sienta vulnerada la confianza depositada en ti como Doula.

¿Cuántas veces, a lo largo de un sólo día, juzgamos? ¿Os habéis parado a pensarlo? (Si el vecino de enfrente nos saludó muy serio, será que le pasa algo conmigo, si en el autobús nos da la sensación de que el conductor nos "lanzó" el cambio en lugar de posarlo, si alguien a quién nos cruzamos por la calle nos parece que nos miró mal....)

Por otra parte, también me removió el término ACOMPAÑAR. ¿Qué significa acompañar? ¿Estaba realmente preparada para hacerlo?
Acompañar significa estar PARA alguien durante un proceso, SU proceso. Implica estar dispuesta a apoyar a la/s mamá/s (papá/s), estar con ellas sin juzgarlas ni opinar sobre una vivencia ni sobre una decisión en la que estamos junto a ellas y por ellas.

Acompañar, QUE NO ASISTIR. 

En las últimas semanas se está creando una gran polémica acerca del papel de la Doula. El colectivo del Consejo General de Enfermería (CGE) acusa a las Doulas, entre otras cosas, de intrusismo al asegurar que las Doulas asisten partos. Incluso van más allá. Dicen que, en ocasiones, Doulas asisten partos sin presencia de personal sanitario.
En primer lugar, no somos personal sanitario, por lo que nuestra labor nunca puede sustituir a la de estos profesionales ni ser sustituida por otros porque, simplemente, somos cosas diferentes aunque complementarias.
Por otra parte, existe un código ético dentro de las asociaciones, de otros colectivos e incluso muchas Doulas independientes tienen uno. Este código refleja claramente que una Doula no acompañará un parto que no esté asistido por parte de un profesional sanitario acreditado para ello.
Si bien puede ser cierto que exista alguna persona que se preste a realizar un trabajo que no es el suyo como sucede en muchos otros ámbitos relacionados con diversas cuestiones dentro y fuera del campo de la maternidad. El que esto suceda y personas realicen labores para las que no tienen una preparación adecuada u homologada (en el caso de aquellos trabajos que así lo requieren), no se puede acusar a todo un colectivo de cometer tales y tan graves infracciones, sino que se debe informar a la sociedad de lo que de verdad hace una Doula, de lo que es una Doula. De este modo, las mujeres y familias sabrán qué esperar de una Doula, qué buscar en una Doula y cuando la Doula está ejerciendo su labor desde la profesionalidad y el rigor que requiere.

Como veis, un trabajo interior importante y mucho sobre lo que reflexionar, meditar e interiorizar. Hacer autocrítica objetiva y averiguar hasta dónde soy capaz de llegar.
Sin duda, el comienzo de un largo y bonito camino.

Soy Eliana, soy Madre con los brazos llenos con mis pequeños y los ojos plenos de luz con mi estrella, y me estoy formando como Doula.
Os compartiré mi camino para formarme para ser Doula, ¿me acompañáis en él?
Podréis encontrar mis vivencias en la etiqueta del blog "CREANDO MI YO DOULA".