La Doula acompaña, y como tal acompaña también esa decisión, y por ello en algunos acompañamientos la presencia de la pareja es habitual y el acompañamiento se traslada a él o ella, creando una relación entre la Doula y esta persona, además de la existente con la persona que acompañamos... Y terminamos, por el propio fluir del acompañamiento, acompañando a ambos en alguna medida.
Hoy traemos un ejemplo, el de Raúl. Padre de 4 hijos, de los cuales uno sigue creciendo en brazos de mamá y papá sano y feliz, contó con la presencia y acompañamiento de una Doula especializada en pérdidas prenatales y neonatales y nos habla de su experiencia con su Doula.
- Raúl, las Doulas no son algo muy conocido en nuestra sociedad, ¿cómo llegásteis a conocer a estas profesionales?
- A raíz de la pérdida de nuestros hijos mayores (1 niña y dos niños que no llegaron a poder crecer en nuestros brazos porque se fueron demasiado pronto) mi mujer entró en un foro de apoyo a pérdidas gestacionales y neonatales. En este foro había tanto madres y padres como profesionales, y se creó un grupo de apoyo impulsado por una Doula al que decidimos acudir.
Si bien en el grupo esta persona no ejercía de Doula, sino como persona que organizaba, conocimos lo que eran y hacían las Doulas. Y conocimos a la que ha sido nuestra Doula, aunque en este caso su labor fue voluntaria.
- ¿Cómo ha sido la relación con esta Doula por tu parte?
- La relación con Bea fue muy positiva. Me aportó tranquilidad. Y el compartir los momentos y conversaciones con ella y mi mujer me ayudó a entender mejor el duelo y lo que sentía mi mujer, a darme cuenta de muchas cosas que no sabía o no comprendía de la vivencia que mi mujer tenía respecto a nuestros hijos.
- ¿Encontraste cómoda la relación con la Doula o sentiste que iba encaminada a alejarte de tu mujer?
- Estuvimos muy cómodos. Era y es una persona de confianza y durante y después de este acompañamiento sentí más comprensión y apertura hacia mi mujer, más cercanía, más comunicación. Así que no, no me alejó en absoluto de mi mujer, sino todo lo contrario. Nos ha acercado.
- ¿Sientes que te ha aportado algo esta presencia de la Doula?
- De cara a mi duelo por los bebés que despedimos, me dio el espacio para poder soltar y expresar libremente todo lo que sentía, que era algo que necesitaba y que sigo haciendo a día de hoy en otras cuestiones. Encontré el sitio para mirar dentro sin miedo y sin esperar que se me juzgara por sentirme de un modo u otro o se esperara que me sintiera mejor o peor...
- Tras esta experiencia, habéis tenido un bebé que sí sigue con vosotros y crece sano y feliz. ¿Qué presencia tiene lo vivido con vuestra Doula ahora?
- Ya no tenemos acompañamiento con ella, pero sí que mantenemos contacto con ella porque por ambas partes hay mucho cariño por todo lo vivido. Pero yo creo que mucho de lo que nos aportó sigue presente.
Tengo un mayor reconocimiento y conexión con los hijos que no hemos podido ver crecer, me veo con más libertad para sentir y, tras el camino vivido antes de la llegada de nuestro hijo pequeño y el reconocimiento de sus hermanos como una parte de nuestra familia, reconozco a nuestro hijo como una persona, si cabe, aún más valiosa.
Disfruto de la libertad de reconocer a sus hermanos y de integrarlos en la familia en el lugar que les corresponde no sólo de cara a la pareja y adultos de la familia y entorno, sino también respecto a nuestro hijo pequeño. Esa libertad y todas las aportaciones y nuestro camino nos hace sentirnos más seguros respecto a las decisiones que tomamos con nuestro hijo, sentir más libertad para informarnos y tomar las que creemos mejores sin presiones ni personas que nos dirijan.
Esto sucedió también de cara al parto, cuando nuestra Doula nos dio información, nos invitó a hablar con los médicos y hacerles las preguntas que necesitábamos y a decidir con libertad.
- Por último,¿hay alguna cosa que desees trasladar sobre vuestra Doula?
- Nuestra Doula nunca nos dijo qué hacer, nunca nos encaminó a una decisión, siempre nos invitó a confiar en Médicos, Matronas, Psicólogos y otros profesionales, nunca me hizo sentir incómodo o fuera de lugar, sino todo lo contrario.
Y quiero aclarar que el único "ritual" que hicimos con ella (si es que lo queremos llamar así porque para nosotros fue un homenaje a nuestros bebés) fue una preciosa comida con un grupo de padres y madres en duelo y la colocación de unos molinos de viento para nuestros bebés que habían partido como señal de amor a ellos. Un momento especial que siempre estará dentro de nosotros.
Bea Fernández
Doula en todas las etapas de la maternidad,
especializada en duelo y nuevos caminos maternales.
Telf: 600218964
serdoulasmadrid@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario