martes, 30 de septiembre de 2014

NUESTRO FIRMAMENTO DE AMOR

La mayor parte de los bebés que no llegan a crecer en brazos de sus madres y familias porque se despiden durante el embarazo o poco tiempo después de nacer parecen pasar a no ser nadie. Parecen no haber existido y no haber estado.
La sociedad suele mirar a otro lado y hacer como si nada de lo que han vivido estos bebés y sus familias fuera real. Pero lo es, y mucho.

Perder a un hijo en cualquier etapa del embarazo o cuando ya ha nacido es uno de los hechos más intensos que nos pueden suceder. Nos remueve en todos los sentidos: biológico, social, en nuestras relaciones familiares y de pareja, en nuestra visión del mundo y de nosotros mismos... Y nos hace recordar que es real, que ha ocurrido, que puede ocurrir y que ha pasado un día más desde que sentimos todo ese torbellino.

"Ocultar" a esos bebés no facilita el Duelo de sus madres, padres y familias. Y por ello desde SerDoulas queremos dar espacio a estos bebés, a estas familias.

Sabemos que para nuestros bebés estrella hay fechas especiales, momentos en los que nos gustaría que se les mirara especialmente, en los que nos sentimos especialmente conectados con ellos y con el amor que les tenemos.
Por este motivo, desde octubre os damos un espacio en nuestro blog. Un lugar en el que puedan aparecer vuestras estrellas, en el que podáis contar lo que queráis o simplemente decirnos que es el cumpleaños de vuestra estrella y queréis que se sepa y se haga más tangible porque así lo necesitáis.
Podéis escribirles unas líneas, mandarnos una ecografía, una foto o solamente su nombre y la fecha en la que le sentís aún más y la publicaremos en nuestro blog.

Miraremos a las estrellas para que todos veamos como de hermoso es ese firmamento lleno de amor y de luz. Pero miraremos juntos...

Podéis mandarnos lo que deseeis a serdoulas@gmail.com indicando en el asunto "ESTRELLAS" y daremos espacio a vuestra estrella para que todos miren al cielo y sepan que está, que existe, que nos ilumina.

sábado, 27 de septiembre de 2014

GINECOLOGÍA NATURAL: MUCHO MÁS QUE UN MANUAL (PARTE 1)

Cada vez encontramos más publicaciones relacionadas con la maternidad que nos muestran una visión que sale de la habitual que la sociedad nos viene presentando en los últimos 50 años. Una maternidad que mira más el instinto y la naturaleza que los manuales, que escucha más las necesidades individuales que la estandarización que parece ofrecerse como normal en general. 
Quizás esto responda a un despertar a la responsabilidad sobre nuestra maternidad y paternidad, a la mirada hacia el conocimiento y reconocimiento de la importancia de la maternidad no solo en cada familia, sino en la sociedad. Pero la realidad es que va también de la mano de una comprensión de la femineidad y de los ciclos y la sexualidad femeninos diferente. Más integral, con menos exclusividad del plano físico y más amplitud de visión. 
En esta línea encontramos en el año 2007 ya una publicación interesante y fresca: el Manual Introductorio a la Ginecología Natural. Hoy, su autora prepara una revisión de ese primer texto, con actualización de contenidos y conocimientos. Y hablamos con ella para que nos acerque más sobre el concepto de “Ginecología Natural” y el proyecto que desarrolla. 


- Pabla, antes que nada queremos preguntarte por el término “Ginecología Natural”. ¿A qué nos referimos exactamente con él? ¿Cuáles son los principios de esta visión de la ginecología y la femineidad?

Creo que el concepto por sí solo dice muchas cosas. A mí me gustaría aclararlo desde mi trabajo, porque tiende a creerse por un lado que el movimiento de la “Ginecología Natural” es una promoción de salud que trae “soluciones verdes” dentro de las mismas prácticas de la “ginecología convencional”. Parece que viniera a ofrecer soluciones “ecológicas”, como si se tratara de una especialidad médica, en la que las mujeres seguirían con el cómodo habito de entregar la responsabilidad de su salud a especialistas por desconocer sus procesos de salud/enfermedad a gran escala.

Al mismo tiempo, se cree que el movimiento de la GN impone la práctica del autodiagnóstico y la automedicación, al proponer prescindir del amparo de especialistas, incluso para casos delicados. Sin embargo, la motivación base del proyecto es que las mujeres se conozcan a sí mismas o, por lo menos, que comprendan sus propios procesos, que reconozcan el cambio que generan sus hormonas periódicamente, que sepan fluir con sus “malestares” menstruales, que sepan resolver un tratamiento de cándida o un herpes. En definitiva, que sepan resolver asuntos esenciales sin atormentarse la existencia colmándose de medicamentos.

La GN pretende ser un movimiento de salud, en el que las mujeres mismas sean las especialistas de su propia salud sexual. No obstante, sabemos que este empoderamiento conlleva un periodo de tiempo más o menos largo en que se desarrollarán transformaciones intensas a partir de la experimentación con sus cuerpos y en el que deberán estar acompañadas por especialistas de salud. Cuando de tratamientos delicados se trata, incluso cambiarse de anticoncepción hormonal a anticoncepción natural, habrá que informarse y asesorarse para no sufrir riesgos. Lo mismo cuando se desee realizarse una eliminación de quistes, por ejemplo, a partir de tratamientos naturales. Se deberán realizar estudios al comenzar para tener un diagnóstico certero y, al finalizar el tratamiento, nuevamente deberán realizarse exámenes para saber si este dio resultados positivos. Lo mismo con muchas dolencias, incluidas todas las ETS: es necesario tener un diagnóstico y conocer tanto las soluciones de la medicina convencional, como de las alternativas naturales. Una vez que se tenga la información suficiente, cada mujer podrá elegir el tratamiento que más le acomode. La diferencia está en que nos estaremos informando no solo sobre las alternativas disponibles para sanar, si no que efectivamente estaremos reconociendo nuestro cuerpo y salud, para así, en algún momento del proceso, llegar a entender el origen de nuestra dolencia. 

La GN pretende ser un movimiento de salud comunitaria en el que las mujeres sean un puente para aconsejar y acompañar los procesos de otras mujeres en base a sus propias experiencias, como antiguamente, cuando las mujeres compartían mucho más tiempo y se transmitían saberes de generación en generación.

Desde la GN se intenta promover que haya un cambio en la visión de mundo para con nuestra sexualidad y con la de las otras personas. Invita a conocer, valorar, cuidar y sobre todo darnos placer a nosotras mismas con el poder que posee el autoconocimiento (tanto físico como espiritual) y la valoración de nuestras peculiaridades. Este es un formato contrario al que nos ofrece el sistema, que estandariza nuestra sexualidad y nos presiona a cumplir un molde de “mujer” que debe pasarse todo su ciclo vital de una manera fija: siempre alegre, siempre joven, siempre sexy, cuando sabemos que somos tan cíclicas como todos los procesos de la naturaleza y de la vida misma.

En cuanto al concepto de “femineidad”, no lo tengo muy claro y por eso no lo desarrollo en mi trabajo. Es un tema que da para mucho, es un concepto demasiado manoseado y desvalorizado; no me siento capaz de promoverlo como parte del movimiento de la GN. 
Solo sé que tengo un útero en común con muchas otras mujeres que habitan este planeta… puedo comprender o más bien sentir (sin racionalizar) muchas situaciones que se me presentan en la vida con mis hormonas y mi sangre, y sé que con otras úteras puedo desarrollar un lenguaje en común. Ese útero puede vibrar de placer o endurecerse hasta ponerse rígido. Sé que al activar su energía, emitirá vibraciones conmigo y con otros seres que me acompañan, sé que con percibir su existencia como fuente de poder y amor puedo transformar y revolucionar muchos aspectos de mundo. 


- En los temas tratados en la revisión de esa primera edición del Manual Introductorio a la Ginecología Natural encontramos desde sexualidad a alimentación o preparación de remedios naturales. ¿Cuál es el objetivo último de esta publicación? ¿Qué pueden sentir las mujeres que lean tu libro sobre ellas mismas y su femineidad y sexualidad?

La motivación de esta edición definitiva sigue siendo la misma: que las mujeres tomen este trabajo como un punto de partida para el autonocimiento y para la autogestión de su salud. El libro solo intenta ser una base de conocimiento para exponer que existen otras formas más amorosas de conllevar los procesos de salud/enfermedad.

Desde que se editó la primera versión del manual han pasado varios años y muchas transformaciones que han reforzado la necesidad de que se modifique. Parí a mi hijo, hice una investigación de campo durante 10 meses con las mujeres de mi zona, trabajé con muchas mujeres, me inicié como partera tradicional, etcétera. La suma de experiencias y el habitar otras regiones del mundo con otras culturas me hicieron entender que el trabajo debía ser modificado. Yo misma había cambiado.

El concepto de “Mi cuerpo como territorio de lucha” era la base de mi ideología y de mi panfleto como parte de mi militancia en movimientos de feminismo libertario y eco-feminismo.

Sin embargo, esos conceptos, que aún siento como parte de mi lucha, se fueron soltando y abriendo cuando liberé el comando de mi vida en base a la intelectualidad masculina y a la comprensión racional/cartesiana del mundo. Cuando a mi vida llegaron en cuerpo, alma y emociones muchos de los procesos sobre los cuales yo solo teorizaba, mi vida dio un giro enorme. Comprendí que la base positivista, que adquirí desde pequeña y más aun en mi paso por la universidad como estudiante de Sociología, era en definitiva la enfermedad del mundo. 

Vivimos tan desligados de nuestro entorno y de nuestra propia integridad que solo damos poder al síntoma, solo valoramos la interpretación del mundo a partir de la mente y de una mente absolutamente patriarcal.

He aprendido en la praxis con mujeres humildes, no teóricas ni académicas, mujeres incluso analfabetas, que la vida es un puñado de misterios, que no podemos controlarla y que cuando luchamos para mantenerla bajo control, la vida se vuelve una enfermedad. Esto sucede con todos los procesos de la naturaleza y de nuestra sexualidad específicamente.

La medicina tuvo que llegar a abrir nuestros cuerpos, incluso partir úteros en dos, para tener acceso a toda esa sabiduría indomable y salvaje propia de la vida. Siguen los avances y las intervenciones para prevenir… y aun así no consiguen desentrañarnos.


El libro ya no solo podía ser una solución a los síntomas, con alternativas naturales sacadas de contexto. Aunque es tan solo un manual, debía incluir estas comprensiones y vivencias que me han ayudado a sanar y ayudar a otras mujeres en sus procesos. Como dice Dahlke, “un cuerpo no está enfermo ni sano. En él solo se reflejan, en cada caso, estados de la conciencia”.

[ACCEDER A LA SEGUNDA PARTE DE LA ENTREVISTA]

Entrevista por: SerDoulas
serdoulas@gmail.com

GINECOLOGÍA NATURAL: MUCHO MÁS QUE UN MANUAL (PARTE 2)


Encontramos en el año 2007 ya una publicación interesante y fresca: el Manual Introductorio a la Ginecología Natural. Hoy, su autora prepara una revisión de ese primer texto, con actualización de contenidos y conocimientos. Y hablamos con ella para que nos acerque más sobre el concepto de “Ginecología Natural” y el proyecto que desarrolla.

 

- Se dedica un apartado en el libro también al autoconocimiento. ¿Crees que las mujeres de la sociedad “avanzada” nos conocemos tanto como creemos o quizás necesitamos un espacio para conocernos mejor? ¿Qué crees que nos lo puede impedir? ¿Quiere la sociedad mujeres que se conozcan ellas y sus ciclos?

Antes que nada, me gustaría comentar que yo hablo bajo mi perspectiva, construida desde mi contexto histórico que es Chile y, más globalmente, Sudamérica. Conozco teóricamente, pero no he vivido la cultura de otros continentes, como Europa, por ejemplo, que es desde donde me entrevistan ustedes. Imagino que allí la cultura y la cosmovisión del mundo son muy diferentes a las que hemos recibido las mujeres acá.

Aquí, hace 500 años, los pueblos fueron colonizados. La cultura, la espiritualidad, el idioma y las tradiciones han ido cambiando. Pero es cuestión de alejarse un poco de las ciudades para darse cuenta de que mucho de lo originario sigue vigente. Eso es lo que motiva en gran parte mi trabajo: el rescate de todas esas tradiciones.

La globalización nos vende a diario la imagen de la mujer moderna o “avanzada”, como ustedes mencionan, aquella que logra reconocerse como exitosa, guapa y sensual. Sin embargo, esa es una mujer un tanto alejada de su propia sabiduría, es la que debe ocultar sus fluidos, su sudor, su vello y su olor. Se nos vende eso en toda la publicidad. No obstante, salimos a las calles y nuestras caras son otras, nuestros cuerpos están lejos de ser aquellos, tenemos otras facciones, otros rasgos, otros colores. Es violento y sucede en todo el mundo. Pero aquí es bien contrastado el asunto, sobre todo en regiones vecinas donde la mayoría de la población es indígena. En las ciudades se nos crea esta imagen de quien vive alejada de sus propios ritmos, que corre para equiparse a los tiempo lineales del sistema predominante masculino, en el que los “hombres” son igualmente víctimas del sistema porque están obligados a cumplir roles históricos, alejados muchas veces de sus propias iniciativas.

El poder del autoconocimiento es fortísimo; nos entrega herramientas y saberes que antes permanecían ocultos o más bien olvidados. Vernos, sentirnos y comprendernos a nosotras mismas desde una óptica propia, fuera de la estandarización social, nos ayudará en la conexión, valoración y disfrute de nuestra sexualidad.

El gran impedimento para lograr conocernos y conectarnos es el sistema político, económico y socialmente patriarcal. El ritmo de la vida, los roles de género, la explotación de la naturaleza, etcétera. Reproducimos este sistema con nuestras palabras, con nuestros actos y nos cuesta salirnos aunque sea un poco de ese sentimiento, de esa correspondencia de vivir tan “avanzadamente”. No creo que exista algo en particular en esta sociedad que ayude para que nosotras nos alejemos de conocernos. Creo que es la suma de todo.

Y claro está que mientras menos sepamos, más abusarán de esa condición. Sobre todo desde la medicina, con la falta de filosofía de algunos profesionales sobre el entendimiento de la salud. Coludidos con el mercado farmacéutico, nos bombardean con químicos y placebos.
Y en beneficio de todo este sistema opresivo, no es conveniente que las mujeres recuperen la sabiduría de su salud sexual, lo cual implica transformaciones económicas y sociales importantes.

- A lo largo de tu experiencia, ¿qué conexión tienen las mujeres con su maternidad como parte de su sexualidad y de sus ciclos? ¿Entendemos las mujeres estos ciclos como parte de nuestra naturaleza en general?

Con todo respeto diré que hasta que no se vive la maternidad como experiencia propia, todo lo que se ve o conoce desde afuera no es más que una “caricatura”. Se especula, se patologiza, se sobrevalora en varios aspectos negativos, se entiende como un proceso de poco disfrute, de mucha abnegación y dolor.

La maternidad es un momento de la vida que forma parte de la sexualidad de la mujer. Sin embargo, pareciese que con la sexualidad es con lo que menos se la liga socialmente y sobre todo desde la medicina. Se nos trata como si estuviéramos enfermas… examen tras examen se nos controla para evitar cualquier tipo de “riesgos” que se sufren en este periodo. Nadie nos habla de toda la transformación de plenitud que comenzaremos a transitar.

Hace varios años, cuando era estudiante, una amiga que había tenido un hijo después de haber sufrido trastornos de alimentación y de baja autoestima durante mucho tiempo, me comentó que para ella la gestación había sido la experiencia más plena sexualmente que había vivido hasta entonces, que nunca había sentido su cuerpo más hipersexualizado, que al momento de parir nunca había sentido más orgasmos y que el amamantar le provocaba mucho placer. Yo me quedé sorprendida, pues la imagen desde mi ignorancia hacia la maternidad era para mí en ese entonces la de un proceso doloroso y hasta de frigidez… Me costó entenderlo hasta que me tocó vivirlo. Y comprendí que la maternidad vive subyugada por el miedo… La gestación y el parto son misterios mágicos de la naturaleza y entregarse a lo desconocido puede provocarnos mucho temor… Si bien en la gestación y/o parto pueden llegar a ocurrir problemas de salud para madre o bebé, esto no es lo común. La maternidad es un proceso fisiológico de la naturaleza. Nuestra salud está disponible para hacerlo con mucho vigor y placer. Es asunto de confiar y entregarse para lograr disfrutarlo. 

Actualmente está ocurriendo una transformación social en la que muchas mujeres están comprendiendo la maternidad como un proceso que se nos ha arrebatado de las manos, sobre el que se nos ha ocultado mucha sabiduría, porque la medicina ha desvalorizado aquellos saberes… Muchas mujeres están tomando las riendas de su maternidad y están descubriendo mundos maravillosos. He presenciado procesos de mucha sanación y transformación, para las mujeres y familias enteras. He acompañado partos orgásmicos y toda aquella literatura antropológica que hablaba sobre estos temas ha quedado solo en los libros porque la he presenciado y he vibrado con oxitocina de otras mujeres.

Es posible vivirlo plenamente, y me alegra ver todas esas transformaciones de empoderamiento, de nuevas maternidades que rompen las normas establecidas… Ver mujeres y hombres pariendo juntos es fantástico. Familias que apoyan y que recuerdan que sus madres o padres nacieron en casa con la ayuda de una partera y que respetan esto para las nuevas generaciones.

- Este nuevo libro está en preparación. Háblanos un poco del estado en el que se encuentra el
proyecto y cómo puede colaborar en él quien lo desee.

El libro se encuentra en estado de suéter desarmado: lo he tomado para arreglarlo, tejerlo con lanas nuevas y nuevos puntos para rediseñarlo por completo. Lo tejo a varias manos, porque vivo rodeada de mujeres que me ayudan a construirlo. Cada sonrisa, cada tristeza, cada compañía y su historia que me transmiten los corazones de las mujeres que me rodean contribuyen a su realización. Nada está sacado de grandes teorías científicas ni academicistas sobre la salud del cuerpo. Tampoco es un libro ligero y de conocimientos pocos fiables. Son recetas, son historias y recomendaciones de nosotras mismas, las que habitamos todos los hemisferios de lo que llamamos “cuerpo”.

Ya hemos cumplido la meta del proyecto que postulamos para su escritura a través de Verkami, donde todavía se puede colaborar (aquí) http://www.verkami.com/projects/9733-edicion-definitiva-manual-introductorio-a-la-ginecologia-natural

Ahora mismo estoy a unos días de partir hacia una zona al sur de Chile que posee un volcán llamado Rukapillan, “casa del espíritu” o “del demonio”. Es uno de los volcanes más activos de Sudamérica. Allí comenzaré esta nueva versión del libro, conectada a la fuerza que emite ese tesoro lleno de vibraciones expansivas. Equipaje para la lluvia y un cuaderno serán mis compañeros.


Ahora vivo su gestación y el parto se estima para enero de 2015. Eso les puedo adelantar por ahora.


Entrevista por: SerDoulas
serdoulas@gmail.com




viernes, 26 de septiembre de 2014

EL CAMINO HACIA UN SUEÑO

Hace ya tres años y medio del nacimiento de Alba. 
A pesar de unos problemas durante el embarazo, nada hacía sospechar cuál sería el final pero, una semana más tarde, Alba decidió partir hacia su estrella. Esa estrella grande, brillante y tintineante que, desde entonces, nos protege, nos cuida y nos acompaña a sus hermanos y a nosotros, sus padres, en este camino que es la vida. 

Fue ahí cuando todo dio un giro. Fue en ese momento en el que empecé a dejar de ser una "servidora" para convertirme en dueña de MI vida y de MI maternidad. 
Gracias a un grupo de mujeres que me acogieron con cariño, aprendí lo que significa una crianza respetuosa (¡no, no estaba loca!), pude ponerle nombre a lo que mi instinto como madre me decía y otras personas se empeñaban en calificar como "locura". 
El camino de las mamás, dibujado por Erika.
Es ahí cuando empiezo a leer, informarme e interesarme por todo lo relacionado con la maternidad, el duelo Gestacional, las Asesoras de lactancia, de porteo... Y el acompañamiento emocional de la mujer desde el mismo momento en el que se plantea tener un hijo, durante el embarazo, parto y posparto: las Doulas. 

Quiero ayudar a las mujeres en SU camino hacia la maternidad, quiero escucharlas, respetarlas, apoyarlas durante el proceso tan hermoso de llegada de un bebé. 
Pero también quiero ayudar a aquellas mujeres que son madres de un bebé que no les acompaña físicamente. Al que esperaban con la mayor de sus ilusiones pero, en algún momento de la gestación o tras su nacimiento, tuvo que partir. 
Deseo apoyar a las parejas que anhelan un embarazo que parece que nunca va a llegar pero que siguen luchando por conseguir llegar a la maternidad. 
En definitiva, quiero escuchar, respetar y acompañar a las mujeres en cualquier fase de su maternidad. Y por todos estos motivos decidí embarcarme en este camino de la mano de este equipo.

Siento que ellas me guiarán y me enseñarán para intentar alcanzar mi sueño. ¿Lo conseguiré?




Soy Eliana, soy Madre con los brazos llenos con mis pequeños y los ojos plenos de luz con mi estrella, y me estoy formando como Doula.
Desde hoy, compartiré con todos vosotros mi experiencia, mis sensaciones y las dudas o reflexiones que puedan surgirme en esta elección. 
Os compartiré mi camino para formarme para ser Doula, ¿me acompañáis en él?
Podréis encontrar mis vivencias en la etiqueta del blog "CREANDO MI YO DOULA".

jueves, 25 de septiembre de 2014

NO ME HABÍAN CONTADO...

En las sociedades "desarrolladas" la maternidad está poco presente en la vida de las mujeres hasta que llega la suya propia. Y prácticamente todo lo que se les aporta como información está filtrado y dirigido. Orientado a ese perfil de maternidad que se entiende en su sociedad como "ideal" o "normal".
Pero hay muchos momentos que distan mucho de se sentidas desde estos dos términos cuando algunas mujeres las viven... Porque cada mujer es diferente, cada mujer vive su maternidad y no la de nadie más o la que nadie espera... 
Esto va dedicado a todas esas madres que en sus pospartos, a veces en llanto y con tono de reproche,
 nos han dicho a sus Doulas:
esto no me lo habían contado.


miércoles, 24 de septiembre de 2014

BUSCANDO DOULA FORMADA, ¿POR QUÉ?

En todas las profesiones existen personas más o menos formadas, con más o menos conocimientos y claridad respecto a su trabajo. Pero en la de las Doulas, la nuestra, parece en ocasiones que la formación no fuera importante o necesaria para trabajar adecuadamente. Para acompañar...

Acompañar es una actitud, un estado y un hacer desde el plano más invisible, desde el espacio más alejado del protagonismo. Pero para hacer esto, para acompañar, se requiere conocimiento real sobre lo que se acompaña, sobre lo que supone acompañar, sobre las cuestiones emocionales que surgen a quienes acompañamos, las que nos pueden surgir a nosotras, ser muy conscientes de cuando acompañamos y cuando damos uno o más pasos allá mezclando cosas y debemos retirarnos a reflexionar y recolocarnos. 

Permitiríamos que un Terapeuta nos atendiera por intuición?
Que un cirujano nos operara por intuición?
Que un Psicólogo nos tratara por intuición?
Nos subiríamos a un autobús con un conductor que conduce por intuición?
Son los profesionales únicamente intuición?

Tampoco una Doula es sólo intuición y actitud, detrás hay mucho más si es una Doula...



martes, 23 de septiembre de 2014

DERECHOS DE NUESTROS PEQUEÑOS: CAMINANDO DE LA MANO

Hace muy poco presencié un encendido debate en una de las principales redes sociales en el que se acusaba a los profesionales sanitarios de no tener en cuenta las necesidades emocionales y psicológicas de los bebés ingresados en las UCIs de Neonatología o el estres de las madres y familias que esperaban, mientras luchaban contra el miedo, la recuperación de sus pequeños.
Un par de meses antes una noticia alentadora había saltado a los medios: el Ministerio de Sanidad sacaba a trámite una propuesta para que las madres y padres pudieran estar con sus hijos en las UCIs con mayor libertad y no con horarios que, hasta el día de hoy, suponen que muchas familias hayan de dejar sus puestos de trabajo para poder ver a sus bebés debido a lo restrictivo de las normas horarias de algunas UCIs.

En la Carta de Derechos de los niños hospitalizados del Defensor del Menor en la Comunidad de Madrid, así como lo se refleja a su vez en la carta homóloga de UNICEF, se indica que el niño hospitalizado tiene “derecho a estar acompañado de sus padres o de la persona que los sustituya, el máximo tiempo posible, durante su permanencia en el hospital, no como espectadores pasivos, sino como elementos activos de la vida hospitalaria”.
Igualmente, en las recomendaciones de cuidados desde el nacimiento del Ministerio de Sanidad y Política Social del 2010 se indica sobre la participación de los padres como cuidadores: “probablemente la recuperación de su papel como cuidadores no deba justificarse desde la evidencia científica y deba enfocarse más desde una perspectiva de derechos ciudadanos y de lo que ha sido natural en la especie humana”.

Creo que estas dos afirmaciones son básicas en el conocimiento de los derechos de nuestros pequeños dentro del sistema sanitario y también en la comprensión de nuestro papel real como madres y padres, en la consciencia de cual es la semilla real de ese papel.

Por un lado, hemos de entender que este derecho a estar con nuestros pequeños parte de ellos. Es decir, que ellos son los que tienen derecho a estar acompañados por sus padres. Acompañados en todo momento y para todo procedimiento o tratamiento que así lo permita. Y, por otro lado, hemos de ser conscientes de que este no es un papel de espectadores, sino que hemos de ser parte activa de los cuidados de nuestros bebés, evidentemente en la medida de nuestras posibilidades y sin dificultar el trabajo del personal sanitario que nos asiste.
Porque ahí está la clave... El personal sanitario nos asiste. Cuando un bebé o un niño está en la UCI no sólo tenemos a ese bebé o niño como paciente, sino que debemos asistir a su familia, apoyar a su familia en cada paso que ese bebé dé en ese espacio hospitalario. Ofrecer escucha, información, comprensión y apoyo a estas familias para que puedan vivir su proceso junto a su bebé o niño de la forma más sana posible y para que, a su vez, puedan asumir ese papel de cuidadores que les corresponde por derecho, que les ha sido otorgado por la vida, hasta en los momentos más difíciles que puedan sentir durante la vida de su pequeño. Porque es su hijo el que se encuentra enfermo, quizás el que no sobrevivirá a lo que le sucede. Y así se ha de permitir que lo sientan sus padres: su hijo. Que puedan sentir que le cuidan, que le atienden, que le acompañan, que deciden lo mejor para él como padres... Que son SUS PADRES. Y eso sólo podrán hacerlo si reciben el apoyo y la información adecuados por parte del entorno sanitario.

Imagen de www.bannerhealth.com
Pero todo esto requiere, antes de nada, ser integrado y comprendido por los padres y también por el
personal asistencial de los hospitales. Estas dos "simples" cuestiones que parecen tan difíciles de cumplir se basan seguramente en una "desprogramación" de lo que hasta hace muy poco suponía el sistema de atención sanitario en general, en el que los usuarios entregaban su salud y su bienestar a un personal entrenado para curar sus patologías y mejorar su calidad de vida gracias a ello. Pero, claro, es que en ese sistema se nos olvidaba que el bienestar humano no sólo es cuerpo, sino también una parte fundamental psicológica y emocional.
Decía hace ya 20 años un Oncólogo que conocí que el estado de ánimo tenía casi tanto peso como un tratamiento médico adecuado y que si esta parte no era favorable a la recuperación, la misma se veía entorpecida seriamente e incluso imposibilitada. Y esta relación entre estado de ánimo y patologías es ya sobradamente conocida y está documentada y avalada, entre otras cuestiones, por la relación entre el sistema inmunológico y el estado emocional en cada momento, así como por la relación clara existente entre el contacto piel con piel del bebé con sus padres y su desarrollo óptimo a todos los niveles, tanto físicos como psicológicos y emocionales.

Así pues, creo que es más que evidente que el sistema sanitario no puede obviar la necesidad de la presencia e implicación de los padres en la evolución de sus hijos ni en las unidades UCI ni en ningún otro espacio de la prestación de servicios sanitarios. Pero, siendo muy realistas, tampoco los padres podemos pedir que se nos implique en los cuidados de nuestros bebés en el entorno sanitario y todo se "recoloque" de modo inmediato tras tanto años de oscuridad en este sentido, por mucho que la legalidad nos ampare y no se nos pueda apartar de nuestros bebés durante su asistencia en el entorno sanitario. Como decía antes, creo que se trata de un proceso de desprogramación y en ese proceso se van dando pasos día a día para devolver el espacio que les corresponde (que nos corresponde) a los padres. Pero no sólo se han de dar por parte de los profesionales, sino por parte de la administración, favoreciendo la formación y el apoyo en el proceso de cambio a todos estos profesionales que están presentes de modo continuado en el día a día de los bebés y sus familias y que también tienen una carga emocional importante en el desempeño de su labor.
Y digo que a día de hoy se requiere una desprogramación porque las formaciones sanitarias no iban encaminadas este tipo de asistencia, ni a esta visión de los padres como cuidadores activos, sino como personas ajenas a estos cuidados, a estos espacios de asistencia en los que se encuentran sus hijos. Cuando unos padres entraban en un hospital muy a menudo sentían una suerte de "entrega a los dioses" de la vida de sus hijos, algo en lo que no podían decidir, en lo que sentían que estorbaban... Y en ocasiones esto sucedía por la actitud del personal sanitario, pero en otras por la cultura y la educación que esos padres habían recibido respecto a la asistencia sanitaria.

Afortunadamente, muchos padres van haciendo su propio proceso de borrado de todo eso que se nos había inculcado respecto a nuestra actitud de entrega de la salud a manos ajenas. Y, en paralelo, cada vez más profesionales sanitarios hacen lo propio, creando iniciativas y trabajando desde dentro del sistema para que las cosas cambien. Para que los padres tengan su espacio, el que les corresponde, para mejorar sus herramientas de comunicación en favor no sólo de padres y bebés, sino también de ellos mismos. Cada día más profesionales sanitarios dicen no a ese sistema obsoleto y jerárquico que parecía reinar y que eliminaba a los padres, convirtiéndolos en esos señores que veían dos horas al día a su bebé y que, cuando se lo llevaban a casa tras la estancia en la UCI o llegaban a su casa con los brazos vacíos tras despedirse de su bebé sentían mil emociones en una... Mil contradicciones con las que debían lidiar mientras empezaban a conocer a su bebé o asumían que nunca le conocerían como esperaban.

Creo honestamente que hemos de trabajar por este cambio, que hemos de apoyar a quienes lo están favoreciendo desde todos los espacios: tanto madres y padres como profesionales maternales y sanitarios. Porque sólo todos unidos, caminando todos juntos, conseguiremos avanzar y crear ese nuevo sistema que deseamos. No acusándonos o desconfiando, o sintiéndonos cuestionados, sino caminando juntos.


Bea Fernández
Doula en todas las etapas de la maternidad,
especializada en Duelo y nuevos caminos maternales.
serdoulasmadrid@gmail.com
http://serdoulas.blogspot.com.es/

sábado, 20 de septiembre de 2014

QUITEMOS EL YUGO...





Hoy en día ser madre no tiene un solo camino ni un único día a día. Cada vez son más las mujeres y familias que eligen opciones diferentes a través de las que vivir la maternidad desde el embarazo, o incluso antes, hasta la crianza.


La información de la que disponemos gracias a las redes virtuales ha tenido mucho que ver en todo esto, evidentemente. Y su importancia radica en que no sólo es información, sino que supone caminos que explorar, visiones que antes no teníamos sobre la maternidad y muchas otras aportaciones que podemos aprovechar en la medida que nos encajen. Y, conociéndolas, sabiendo de su existencia, podemos elegir si deseamos saber más, si queremos explorar para hacerlas nuestras en las partes que se adapten a cada uno de nosotros y nuestras realidades y necesidades.

Así, se han extendido las muestras de estudios y evidencias acerca de muchas prácticas obsoletas e incluso médicamente desaconsejadas por parte de algunos sanitarios, se ha abierto la puerta a la expresión de las necesidades de las mujeres y de los bebés, de las opciones para vivir de otro modo el embarazo, el parto, posparto, lactancia, crianza… Toda la maternidad supone ahora un crisol de opciones que enriquece la experiencia porque le aporta mil puertas entre las que elegir a la hora de vivir y sentir esta etapa vital… ¿o no?


En respuesta a toda esta apertura informativa mucho más heterogénea, muchos de los defensores de la escuela más controladora e intervencionista de la maternidad han recrudecido su actitud, haciendo de ello casi un life motive y tratando de discutir lo indiscutible desde el siempre efectivo lenguaje del miedo. Pero también desde el otro lado, desde el espacio en el que lo único que pretendíamos era dar información y libertad de decisión a las madres y familias para que sintieran y vivieran su proceso como personal y único parece que ha surgido un control férreo sobre las prácticas maternales, llegando al punto de considerarlas directamente como positivas o negativas. Convirtiéndonos en fiscales, jueces y ejecutores cuando una madre sale de ese camino que las nuevas evidencias indican que es el positivo para su bebé, convirtiéndonos en un sistema de control en el que con demasiada frecuencia encuentro muy pocas diferencias con el anterior.


Desde el lado en el que pretendíamos devolver el poder a las madres, a las familias, para que sintieran que podían decidir y no hacer sólo lo que les indicaba la mayoría de la sociedad o determinados profesionales que obviaban evidencias claras de que había otros caminos, ahora parecemos querer esclavizar a esas mujeres, a esas familias. Recordándoles lo malas madres que son si se dejan poner una epidural o hacer una cesárea, mostrándoles lo nefastas que son si deciden no dar teta a sus bebés hasta que ellos decidan destetarse, informándoles de lo horribles que son si llevan a sus hijos a escuelas infantiles en sus primeros años de vida o integrarles en “el cole” desde los 4 años… Si deciden no dormir con sus bebés (no colechar) son malos, si deciden llevar a sus bebés en carrito (no portear) son malos… Y utilizando de nuevo el lenguaje del miedo, eso sí, con asombrosa habilidad y "camuflado" entre palabras amorosas y términos que casi se han hecho bandera de este modo de entender la maternidad como respeto, consciencia, libertad o empoderamiento.


Y el mayor agravante para mi en esta actitud es el hecho de que toda esta corriente, este espacio imparable y que algunos vivimos como muy hermoso, se creó precisamente porque esto: esta esclavitud, esta forma de obligar a las madres y familias a hacer las cosas de un modo concreto infantilizando a las madres, tratándolas con condescendencia y utilizando el lenguaje del miedo (“si esto no se hace así, tu bebé podría no llegar bien”) era algo que sentíamos que estaba mal.

Sentíamos que se sesgaba la información en la maternidad, que se dejaban de lado informaciones intencionadamente para dirigir a las madres a un modelo concreto, a un “protocolo”. Sentíamos que se las presionaba constantemente con la amenaza de la salud de su bebé. Sentíamos que se las trataba como si fueran niños que no supieran lo que hacían… Y ahora, ¿qué se está haciendo desde el lado de la libertad que hemos creado?


¿De verdad estamos ofreciendo espacio para la libertad de decisión?¿Realmente estamos respetando el que las mujeres y familias decidan hacer cosas que pueden contradecir la evidencia científica por sus propios motivos personales, de forma consciente?¿Estamos respetando a quienes deciden caminos anteriores a toda esta corriente de no intervención, apego y consciencia o les estamos tratando como si no supieran lo que hacen?

¿Estamos liberando realmente o simplemente cambiamos el yugo? Porque, por mucho que se utilicen palabras como libertad, consciencia, respeto, escucha de las necesidades, empoderar y otras muchas que ahora quedan muy bien si las usamos, de nada sirven si no van acompañadas de un respeto real desde la consciencia real. La consciencia de que una madre puede saber que lo mejor fisiológicamente y emocionalmente para su bebé y para ella en teoría es un parto sin intervenciones, pero puede decidir algo diferente porque realmente haya algo que la mueva a hacerlo. Algo personal, algo suyo que para decir que la respetamos, hemos de respetar.


Ofrezcamos espacio… Un espacio más… No un yugo más.
Bea Fernández
Doula en todas las etapas de la maternidad,
especializada en duelo y nuevos caminos maternales.
Telf: 600218964

jueves, 18 de septiembre de 2014

NO ESTOY DEPRIMIDA/O, VIVO UN DUELO

Cada día se define a muchas mujeres y familias que pasan por la dura experiencia de perder a sus bebés como personas en depresión. El desconocimiento de lo que supone la pérdida prenatal y neonatal se une a una profunda ignorancia sobre lo que implica un proceso de duelo y sus manifestaciones normales. 
Porque el duelo es un proceso normal que se produce en respuesta a la pérdida de algo que queremos y... existe algo que queramos más que nuestros bebés, nuestras maternidades y paternidades?
Las madres, padres y familias en duelo no están deprimidos, están viviendo su duelo...
Dejemos de confundir términos, de diagnosticar transtornos donde no los hay sin tener conocimiento para ello, dejemos a las madres, padres y familias vivir su duelo sanamente y con apoyo real. 





miércoles, 17 de septiembre de 2014

NUESTROS DERECHOS, LOS DE NUESTROS BEBÉS ESTRELLA...

Hace poco os compartimos un artículo sobre el plan de parto en aquellos nacimientos en los que se ha detectado un fallecimiento uterino del bebé que se esperaba en brazos de quienes más le aman (podéis ver AQUÍ este artículo para recordarlo y compartirlo) Era esta una forma de visibilizar una realidad, de normalizarla, de mostrar la necesidad de respetar y dar la importancia que merecen a esos partos y nacimientos que se producen cada día y en los que la historia no tiene un final como el que se esperaba.

Hoy os acercamos este video que recoge la ponencia que nuestra compañera BEATRIZ FERNÁNDEZ,
Doula en todas las etapas de la maternidad especializada en Duelo y nuevos caminos maternales, ofreció en el I Congreso en Movimiento Maternidad-Paternidad "Celebrando la Vida" 2012 el 30 de Junio de ese año. 
Una muestra de nuestra forma de entender, pensar y sentir el Duelo Prenatal y Neonatal, una muestra de todo aquello por lo que trabajamos día a día respecto a estas vivencias y su importancia en la vida de cada una de las personas que las sienten en sus propias carnes y también la importancia que tienen para la sociedad en general. 

Os agradecemos compartir esta información para poder seguir caminando y haciendo visibles estas vivencias para poder hacerlas más reales para la sociedad y poder mejorar la atención a quienes las protagonizan. 


http://www.celebrandolavida.es/

martes, 16 de septiembre de 2014

QUE NO TE IMPIDAN RECORDAR...

Cuando veo vídeos, fotos, relatos y recuerdos de partos siempre tiendo a pensar que han sido agradables, y por ese motivo las mujeres y las parejas los guardan celosamente en lugares donde no se puedan dañar y los muestran a todas sus personas cercanas para que compartan la alegría de esos recuerdos y vivan un poco de su felicidad. Quizás sea un pensamiento muy utópico y en ocasiones los recuerdos se guarden y se muestren simplemente porque es lo que hace todo el mundo... Pero en ocasiones yo soy así, algo idealista.

Podríamos pensar que todos los partos están repletos de recuerdos felices y que, lógicamente, todas las madres y padres quieren revivir cada instante a través de ellos. Pero en ocasiones esto no es así. A veces una mujer decide de alguna forma, consciente o no, borrar todo recuerdo de la llegada al mundo de su bebé. Simplemente porque no siempre este momento ha sido vivido como agradable. No siempre es algo sentido como natural, feliz y cargado de emociones que nos hacen desear recordarlo y revivirlo más intensamente que cualquier otra cosa que haya sucedido en nuestra vida.


Imagen por www.pamperedbirth.com
Con cierta frecuencia (demasiada para lo que al menos yo encuentro deseable o razonable en una
sociedad en la que disponemos de la información y los medios para comprender y atender la importancia de la maternidad) conozco mujeres que han vivido su parto como una agresión, como un momento de tensión, de abuso del tipo que sea, de miedo por sí mismas y por su bebé, de violencia verbal o física que se ha quedado grabada en su interior y que se siente como una bomba de relojería que en algún momento que no se puede determinar con exactitud estallará rompiendo en pedazos la frágil calma en la que esa madre y esa familia hayan vivido hasta entonces su experiencia maternal y de posparto.

Como casi todo lo negativo que nos ocurre, esta sensación violenta suele llegar acompañada de una gran cantidad de personas que, con la intención de contribuir a que la mujer se sienta mejor pero con muy poco conocimiento o consciencia de lo que puede estar sintiendo o necesitando, intentan hacer mirar a la mujer para otro lado para que "olvide" lo malo y mire lo bueno, que las reprenden si se quejan, que las presionan para que dejen de hablar del tema y las culpabilizan por sentirse como se sienten cuando tienen en sus brazos a un bebé sano y ellas mismas están "sanas" (y entrecomillo la palabra "sanas" porque la salud es mucho más que salud física, y quizás eso es lo que no se valora al intentar "animar" a estas mujeres) Así, muchas mujeres comienzan a enterrar sus emociones, a luchar contra ellas, negarse sus emociones y a autoconvencerse de que lo que ha pasado es normal y que las que son extrañas y buscan “cinco pies al gato” son ellas. Que todo es fruto de las hormonas, que las vuelven locas.


Del mismo modo que ocurre con otras muchas cuestiones de la maternidad, la vivencia del parto es manipulada en muchas ocasiones por el entorno sin intención alguna de intervenir negativamente, pero de forma constante hasta hacer creer a la mujer que todo ha estado bien y que las hormonas del posparto (esas malvadas compañeras) han decidido jugarle una mala pasada junto con todos esos "pájaros en la cabeza" y "caprichos" que ha leido en extraños libros, escuchado de profesionales o madres que no saben de lo que hablan porque no siguen la corriente "normalizada" o que simplemente se le han ocurrido a ella porque había algo que le decía que necesitaba cosas diferentes a las que se le ofrecían por parte de la mayor parte de quienes le hablaban.

Una vez escuché a una mujer que le decía a otra que se quejaba de su parto: “lo que tienes que hacer es pintarte, salir a la calle y pasártelo bien por ahí con tu marido como de solteros. Déjale el niño a tu madre y vete por ahí”. La cara de la mujer que recibía el consejo era todo un poema… No sólo su vivencia de parto no era válida, sino que además lo estaba haciendo mal porque ni se le pasaba por la cabeza pintarse o salir por ahí para sentirse mejor, sino que estaba con su bebé de 2 meses en el pecho, despeinada y sin siquiera una mísera crema hidratante que llevarse a la cara. Y, por supuesto, ni se había planteado pasárselo bien con su marido "como de solteros". Quizás porque esta mujer que recibía el consejo era muy consciente de que ya no era esa etapa anterior, sino otra para ella. Con otras formas de vivir, disfrutar y, claro está, con otras necesidades y prioridades para ella en ese momento. Y una de esas prioridades para ella parecía ser "solucionar" lo que encontraba mal en cómo sentía su vivencia de parto, mientras que la consejera consideraba el parto como algo sin importancia o no encontraba el "problema" en lo sucedido en ese parto, no lo encontraba "malo".


Y aquí es donde yo me pregunto: ¿quienes somos el resto de las personas de este mundo para juzgar si el parto de una mujer ha sido bueno o malo?¿quienes somos nosotros para darle o no "permiso" para sentirse mal?¿con qué derecho decidimos si puede o no quejarse por cómo se ha sentido en su encuentro con su bebé? Aunque hayamos estado presentes incluso y recordemos exactamente las palabras que se le dirigieron a esa mujer durante el parto, las acciones que se llevaron a cabo o las palabras que ella pronunció y las sensaciones que todo ello nos produjo, ¿podemos estar seguros de que su vivencia ha sido la misma que la nuestra? Claro que no... porque no es nuestra, sino exclusivamente suya.

Hace un tiempo leí un estudio que afirmaba que el hecho de que dos personas estén en el mismo lugar cuando sucede algo no implica en absoluto que vean lo ocurrido del mismo modo y que de hecho que "vean" cosas diferentes en el mismo hecho es absolutamente normal debido a cómo nuestros cerebros procesan esa información que reciben. Entonces, ¿cómo podemos creernos en el derecho de juzgar cómo ha vivido una mujer su parto, que es la experiencia más intensa, personal e íntima, emocionalmente al menos, que seguramente tendrá jamás?

Evidentemente, hablando de condiciones “ideales” o favorecedoras de un parto fisiológico podemos decir si cada parto se acerca a ello o no ¿Pero son las emociones así de objetivas? Claro que no. Y las vivencias que se extraen de cada situación vital tampoco lo son. Por eso en ocasiones un parto hospitalario con excesiva intervención resulta traumático y en otras ocasiones no lo es. Y no comprender y respetar esto es no conocer nada de la maternidad y de todo lo que implica su vivencia.


Mamá y Laura, un mes más tarde de su nacimiento
A todas las mujeres nos gustaría tener algo hermoso en nuestra memoria, en nuestros cajones o estanterías de casa, algo bello para recordar de nuestro parto. Pero en ocasiones cerramos con llave la caja de los recuerdos porque nos cuesta demasiado mirar dentro y parece que nadie podrá ayudarnos a girar esa llave, que nadie nos apoyará mientras lo hacemos. Sin embargo, hay muchas mujeres que lo acaban haciendo, que acaban necesitando sacar la llave y abrir la caja. Aunque nunca se sabe cuando llegará ese momento exactamente, casi con total seguridad llega.

Así nos encontramos en muchas ocasiones las Doulas a las mujeres que acompañamos en el posparto. A veces sin ser conscientes de todo lo que hay en esa caja cerrada con llave, pero con un impulso irrefrenable de abrirla para sacar los recuerdos y rebuscar entre ellos, para ordenarlos, encajarlos, afrontarlos y vivir con ellos, y no a pesar de ellos. Y así las acompañamos en la decisión de abrir o no la caja, de digerir o no lo ocurrido y, si lo desean y consiguen encontrarlo, de conseguir ese ansiado recuerdo que desean tener.

Porque toda mujer debería tener algo para recordar de sus partos y nadie tiene derecho a quitárselo o a evitar que lo consiga encontrar...




Beatriz Fernández
Doula en todas las etapas de la maternidad, 
especializada en Duelo y nuevos caminos maternales.
Telf: 600218964

lunes, 15 de septiembre de 2014

RECUPERANDO NUESTRO PARTO, RECUPERANDO NUESTRA LIBERTAD

Ya no sólo el instinto de la mujer, sino también las recopilaciones de informaciones y resultados de partos en movimiento contrastados con los de los partos en los que las mujeres se ven obligadas a permanecer quietas y tumbadas muestran que el movimiento facilita el proceso natural de parto y nacimiento.

Moverse libremente (es decir, elegir si moverse o no y cómo hacerlo en cada momento) ayuda a relajar a la mujer, trasladando este beneficio a su bebé. Ayuda a que la carga muscular del esfuerzo del parto se diluya, no se sienta tan intenso, a que la musculatura que quizás esté contracturada se relaje y facilite bienestar a la mujer y ella pueda parir con más facilidad.

La libertad del movimiento favorece que nuestro cuerpo realice su labor en el parto, que nuestro bebé trabaje en su nacimiento, que sintamos libertad y poder de decisión en nuestro parto, en el encuentro con nuestro bebé. Y contribuye a un mejor estado físico y emocional en el posparto inmediato.

Os compartimos un bello video de la ONG Amigas do Parto titulado "Recuperación de la Posición Vertical" que os animamos a ver y disfrutar porque una imagen es mejor que mil palabras...


sábado, 13 de septiembre de 2014

EL MALETÍN DE ACCESORIOS DE LA DOULA LLEVA...

Las Doulas somos, estamos... sin accesorios, sin fórmulas mágicas en frasquitos, sin aplicación de terapias, sin realización de ejercicios, sin manipulación o intervención de las vivencias maternales que acompañamos. 
Las Doulas no usamos terapias, técnicas o fórmulas y por ello todas esas cuestiones son accesorias, nos alejan de nuestra esencia de Doula, del acompañamiento, nos convierten en mujeres-orquesta que nada tienen que ver con la Doula. 
Nos enriquecen personalmente quizás, pero no son parte del acompañamiento y pueden entorpecerlo si se entremezclan con él... 

Que tu Doula te acompañe, que tu Doula te escuche, que tu Doula te mire, que tu Doula perciba tus necesidades, que tu Doula te contenga, que tu Doula te sostenga, que tu Doula te acompañe... 



EL INGREDIENTE ESENCIAL: LA DOULA

La maternidad tiene muchos ingredientes que rodean a dos únicos, esenciales e imprescindibles: mamá y bebé. Todos esos ingredientes adicionales nos vamos arremolinando alrededor de los dos principales en el orden que ellos dos marcan, en el orden que marcan sus necesidades y deseos en su camino juntos.

Las Doulas no somos un ingrediente imprescindible, pero una buena Doula, que se mantenga en su papel, que sepa su papel, que establezca un vínculo abierto, claro y completo de comunicación y confianza con la madre a quien acompaña puede ayudar enormemente al desarrollo natural de la maternidad de esa mujer, a la experiencia maternal de esa díada o de esa familia con quien permanece. Porque a través del acompañamiento desde el papel exclusivo de la Doula ese lugar personal, irrepetible, mágico y especial, llega a todos los demás ingredientes de la maternidad, desde los más cercanos a la madre hasta los más alejados.

El papel de la Doula es exclusivo y no sustituible por ningún otro profesional, como lo es el de cualquier otro ingrediente de la receta mágica de la maternidad. Y es la mujer quien decide si este ingrediente Doula ha de existir en su receta o no.

La Doula ayuda a crear y preservar el espacio para el desarrollo individual y natural de cada una de las maternidades que acompaña. Ese es el secreto, ese es el ingrediente realmente esencial: el espacio para el crecimiento natural.

Aquí os dejamos un video publicado por DONA Internacional que quizás hayáis visto pero que merece la pena revisar nuevamente...



Beatriz Fernández
Doula en todas las etapas de la maternidad,
especializada en Duelo y nuevos caminos maternales.
serdoulasmadrid@gmail.com
www.serdoulas.blogspot.com

viernes, 12 de septiembre de 2014

ÍDOLOS Y APÓSTOLES EN LA MATERNIDAD

Ahora que las Doulas comenzamos a “estar de moda”, ahora que el movimiento de mujeres que desean recuperar el poder de sus maternidades es cada vez mayor y busca gurús desesperadamente, es cuando creo que debemos parar y preguntarnos como profesionales, como mujeres, como Doulas… ¿realmente se necesitan gurús? ¿No caeremos en el mismo pozo en el que estábamos por un agujero diferente si traducimos esta necesidad que ha creado el movimiento de derechos de la maternidad en una necesidad de guías? De personas sabias que nos indiquen cómo y dónde hemos de ir en nuestro camino a la maternidad aunque desde un lenguaje y unas bases teóricas diferentes a las que nos ofrecía el otro “sistema de guía”.

Realmente para mi es preocupante el momento que estamos viviendo. Si eres una mamá pro parto natural y/o crianza con cercanía física declarada corres el riesgo de entrar en esta corriente si no te sientes segura con tu decisión o sientes que necesitas que te reafirmen. Puedes entrar en este “servilismo”, en el endiosamiento de determinados profesionales que, pese a que puedas pensar que tienen toda la razón del mundo, creo personalmente que necesitan ser reflexionados, cuestionados y adaptados a nuestro ser y sentir y el de nuestra familia antes de tomarlos como palabra única y poseedores de la verdad universal en este mundo de la maternidad.
Sólo reflexionando sobre las informaciones, sobre las teorías, sobre las lecturas, conferencias, talleres, encuentros, estudios y sobre todo aquello que nos llega será como realmente la asimilemos, lo procesemos y lo integraremos de modo seguro y coherente. Será de esta forma como realmente podremos comprobar si esa información es para nosotras o hemos de dejarla pasar porque no es nuestro momento quizás por muy avalada que esté por todos los profesionales estupendos del mundo. Sólo conociéndola y reflexionando sobre ella podremos tener nuestras propias decisiones, pero decisiones libres y conscientes, que es de lo que se trata al final para sentirnos seguros con nuestra maternidad y dueños reales de nuestra vivencia, reconocidos en nuestra individualidad.

Por supuesto que hay profesionales que tienen teorías o difunden evidencias científicas que hay que tener en cuenta y que, por responsabilidad y para tomar una decisión realmente libre, tendríamos que intentar conocer. Pero aprenderse de carrerilla los textos o las conferencias de estos profesionales, sus muletillas o frases y compartirlas en las redes sociales hasta la saciedad o recitarlas como un  mantra no nos da libertad para decidir. Nos da información con la que hemos de trabajar personalmente, que debemos asimilar, integrar y razonar. Para estos 3 procesos es imprescindible que nos la cuestionemos en lugar de aprenderla de carrerilla sin más.

He encontrado muchas mujeres que conocen, por ejemplo, la fisiología del parto, la teoría del apego, la fisiología de la lactancia o el desarrollo natural del control de esfínteres. Mujeres que se han leído todos los libros al respecto, que han ido a conferencias y talleres que tratan el tema. Mujeres muy implicadas en esta “revolución”. Pero al oírlas hablar, las palabras no son suyas, sino ajenas. Y me pregunto si esto no sucede porque lo que han hecho es aprenderse el mensaje y no integrarlo. Porque ese mensaje venía de un gran profesional con conocimientos y experiencia más que sobrados para mostrarnos esa “nueva” visión del parto, la crianza, la lactancia o el desarrollo físico y emocional de nuestro bebé. Un profesional que nos abre los ojos a nuestra perfecta naturaleza, nuestro instinto y nos da confianza en ellos al fin. ¿O quizás en lo que nos da confianza es en lo que él difunde, en lo que él representa, tal vez sólo porque es diferente a lo que nos han ofrecido hasta hace relativamente poco? Eso son los ídolos: la imagen de lo que nos gustaría alcanzar, el reflejo de nuestra visión de la perfección y, en muchos casos, los salvadores que nos rescatan de un sistema o una situación en la que nos sentimos mal.

¿Pero qué ocurre con los profesionales cotidianos? ¿Qué ocurre, por ejemplo, cuando en nuestro afán
por tener un parto ideal buscamos un profesional que nos lo asegure o al menos diga que lo intentará? Se convierte en nuestro ser divino bajado a la tierra porque parece que nos entiende, que nos ayuda en lo que para el sistema habitual está descartado. Que nos da una esperanza. Y una esperanza, en ocasiones, es todo lo que necesitamos.
Pero ¿somos capaces de reflexionar sobre lo que nos aporta esa persona que parece tener la panacea para resolver nuestro conflicto? ¿No caeremos en el endiosamiento acabando siendo guiados de nuevo pero esta vez por una persona diferente? Es fácil, muy fácil…

Poniéndome en el lugar de las mujeres que no son Doulas y que viven todo este momento increíble que se está dando, esta revolución, lo que pretendo es que nosotras, Doulas, reflexionemos ¿Realmente estamos aquí para guiar a las mujeres que acompañamos? ¿De verdad tenemos que dirigirlas hacia un tipo de parto u otro y “conseguirles” su parto soñado? ¿Estamos para decidir por ellas si lo mejor para sus hijos y para ellas es una crianza u otra? ¿Realmente de ese modo le reconocemos su libertad a la mujer, haciendo de “apóstoles” de una postura concreta? Si elegimos ese papel hemos de cargar con las consecuencias sean buenas o malas; como con cualquier elección que hagamos en nuestra vida personal y profesional. Y la primera es que dejamos de ser Doulas.

Personalmente yo no quiero ser un apóstol. Yo quiero acompañar a mujeres. Mujeres con las cuales puedo coincidir en sus planteamientos o no. Mujeres que tomarán decisiones similares a las mías o absolutamente contrarias a lo que yo crea que es mejor para mi porque somos personas diferentes. Pero quiero acompañar a mujeres que puedan ser libres. Mujeres que puedan llevar las riendas de su maternidad, de su vida. Que puedan ser conscientes de lo que ocurre a sus cuerpos, a sus emociones… Mujeres informadas y también con la libertad para elegir no ser informadas incluso. Eso es para mi la esencia de mi tarea de Doula: la libertad de la mujer, su libertad para decidir, para desarrollarse en su maternidad, para ser ella.


Porque no soy ni un Ídolo ni un Apóstol, soy una Doula. 



Beatriz Fernández
Doula en todas las etapas de la maternidad.
especializada en Duelo y nuevos caminos maternales.
serdoulasmadrid@gmail.com
www.serdoulas.blogspot.com

IMPORTANCIA DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL

Por encima de leer, de escribir, de aprender idiomas, de sumar, restar, identificar números o colores, identificar, conocer, reflejar y procesar emociones en un ambiente seguro y con libertad para aprender a hacerlo es algo fundamental para todos nosotros.

La incorporación a los planes educativos de la lectoescritura temprana y el que este hecho determine si un programa educativo es mejor o peor aleja en muchos casos a los pequeños de su desarrollo cognitivo relacionado con la emocionalidad. Y los años de vida son fundamentales no sólo para el desarrollo en ese momento, sino para la vida emocional y social del futuro adulto que será cada uno de estos niños.

Evidentemente, nada es definitivo en el desarrollo del ser humano. Siempre dispondremos de herramientas y ayudas para cambiar aquello que no nos haga sentir bien, aquello que sintamos que puede mejorar. Pero conocer la importancia del desarrollo emocional de nuestros pequeños ya es de por sí una gran herramienta para nosotros como padres, para ellos por cómo podemos utilizar esta información y también para cada uno por lo que supone de autoconocimiento el comprender las influencias que hemos podido recibir para contribuir a ser lo que somos.

Os compartimos un video correspondiente al programa 130 de Redes en el que se trata este tema con varios expertos que esperamos que disfrutéis.


jueves, 11 de septiembre de 2014

ENFERMEDADES RARAS: ¿OLVIDADAS POR TODOS?


La situación económica y social que vivimos golpea duramente a una gran parte de la sociedad, y parece que lo vemos ya con tanta frecuencia que lo normalizamos, que no vamos más allá porque "bastante con lo  que se ve". Pero decían los grandes pensadores que de superar las más profundas crisis nacían las sociedades más reforzadas. Y eso ocurre en parte de la nuestra, que surgen iniciativas, grupos, movimientos y proyectos que van más allá, que buscan qué se necesita y tratan de aportarlo de la mejor manera posible. 

Porque si todos sufrimos con las actuales circunstancias, aún más sangrante es el caso de quienes deberían ser apoyados por las instituciones y la sociedad porque se encuentran en situación más delicada. Este es el caso de las personas con enfermedades "raras". Y para ayudar día a día a estas personas y contribuir a la vez al bienestar de otras personas nació la Asociación Arcas-Nithya en Andalucía.

Hoy hablamos con ellos para que nos cuenten cual es el día a día de quienes sí miran más allá y tratan de aportar soluciones...


- La primera pregunta es básica. ¿Cómo, cuándo y con qué bases nace Arcas-Nithya?

Arcas Nithya, surge en primer lugar, de una manera cotidiana con el fin de intentar conseguir que el daño cognitivo bastante patológico que yo sufría como consecuencia de una Encefalitis Miálgica en grado IV, no fuera a más y si era posible, intentar que se quedase al menos estancado, Así que comencé a realizar malas budistas en casa.

Al comienzo, no podía estar ni tres minutos sosteniendo la atención sobre lo que estaba realizando y tenía que descansar durante largo tiempo porque mi agotamiento mental y físico eran extremos. Aún así, seguí día tras día y conseguí, gracias al apoyo incondicional de mi marido, que siempre ha estado a mi lado y me ha animado en todo, que lo que comenzó en un trabajo de rehabilitación cotidiana pudiera hacerse más extensible a otras personas con patologías parecidas. De ahí que vimos la necesidad de crear una Asociación "Arcas-Nithya"de rehabilitación con artesanía solidaria.



- ¿A quienes va dirigida la actividad diaria de la Asociación y en qué consiste la misma?

La Asociación va dirigida a personas con Miastenia Gravis, Encefalitis Miálgica, Parkinson
,enfermedades parkinsonianas, sensibilidad química múltiple, demencias, etc.

La actividad no es otra que crear un punto de encuentro, ya que muchos de estos pacientes debido a su enfermedad, en muchas ocasiones, difícil de explicar y en algunos otros casi "invisibles". hacen que se aíslen, que se retraigan y cada vez sea más complicado sacarles de su pequeña urna, de su burbuja...,
En Arcas Nithya, conocen otras personas en la misma situación, dando salida a la creatividad que cada uno de nosotros llevamos dentro y realizando piezas de artesanía con un inmenso amor y una eterna paciencia, ya que muchos de ellos sufren temblor en manos..., por lo que la actividad resulta a veces compleja..., pero la satisfacción de verlo terminado hace que el paciente se sienta orgulloso y capaz de superarse día a día, sobre todo hace que se sienta feliz y le hace que su vida sea más plena al sentirse útil...., llegando a la sonrisa de una manera natural y espontánea, porque el amor y la satisfacción emerge de ellos.



- ¿Qué beneficios aporta a las personas que acuden a Arcas-Nithya la actividad que allí desarrollan?

En realidad los beneficios son muchos, tales como sacarles del aislamiento, favorecer la intercomunicación con otros afectados, mejora de su calidad de vida, mayor distanciamiento en el aparecimiento de brotes de las distintas enfermedades, mejora en la concentración y atención sostenida, así como en la memoria, mejora visible en la psicomotricidad fina gracias a los engarces de las distintas cuentas de los malas y pequeñas piezas. Por lo tanto este tipo de rehabilitación da unos frutos tangibles en las enfermedades de estos afectados.


- Además de aportar bienestar a las personas que crean en vuestra Asociación cada día, también contribuís a otros proyectos con el fruto de ese trabajo común, ¿a cuales y de qué modo?

El sentido pleno de este proyecto se encuentra en la fusión de sus dos finalidades, una por un lado rehabilitadora, a través de la realización de abalorios artesanos y otra solidaria, en la que los beneficios obtenidos como consecuencia del trabajo terapéutico, van destinados a la mejora de otras personas en condiciones inmensamente precarias, "los pobres entre los más pobres"..., ya que entendemos que no hay mejor medicina para el alma que la de ayudar a los demás, no existe felicidad plena si no hay felicidad en los demás seres..., así que nosotros tratamos de contribuir con nuestro esfuerzo a lograr que este mundo pueda ser más igualitario, digno y justo para todos los seres sintientes.


- ¿Qué apoyos institucionales tienen ahora mismo las personas que padecen enfermedades raras y las organizaciones que les apoyáis? ¿Se nota la crisis en el apoyo institucional y las ayudas que se reciben?

En estos momentos, los apoyos institucionales son prácticamente ninguno. La crisis está afectando a todos los sectores, pero si cabe, para la población con discapacidad está siendo devastadora y a nivel asociativo ni que decir tiene, es más, si unes discapacidad a lo asociativo, sintiéndolo mucho es una vergüenza. Así pues, la obtención de minusvalía o una simple baja es mucho más costoso que anteriormente, teniendo en muchos casos el afectado que recurrir a abogados y a juicios, donde poder demostrar su incapacidad. Y para nosotros que trabajamos sobre todo con enfermedades crónicas poco visibles o invisibles, pero igual o incluso más invalidantes que cualquier otra, no nos queda más opción que la de luchar, para al menos mantener nuestra dignidad como personas, ya que nuestros derechos quedarían olvidados en algún rincón de cualquier despacho, de a saber que señoría o señorías.


- ¿Cómo pueden las personas que leen esta entrevista apoyaros en vuestra labor y ayudar en los proyectos que soportáis?

Las personas que lean esta entrevista nos ayudan sencillamente con su empatía y sensibilidad hacia estos colectivos de afectados, nos ayudan divulgando nuestra página https://www.facebook.com/pages/Nithya/1417354028496705, que en breve se adjuntara una web, nos ayudan si desean comprar algún artículo, nos ayudan sintiendo su apoyo y cariño, nos ayudan simplemente tomando conciencia de que todos las personas deberíamos tener los mismos derechos y que está en nuestras manos poder cambiar muchas de las situaciones que vivimos... "CONCIENCIA, SENSIBILIDAD E INMENSO AMOR...!", con ello lograríamos todo. Un beso desde el alma.



Podéis contactar con Arcas-Nithya a través de su presidenta: 
Esther Chiquero
685.955.689
Y colaborar con su proyecto a través de esta cuenta bancaria:
2100-2630-31-0110499112
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Escrito por Bea Fernández
serdoulasmadrid@gmail.com
www.serdoulas.blogspot.com

miércoles, 10 de septiembre de 2014

ABRIENDO EL CANDADO

Cada día l@s profesionales de la maternidad lo vemos. Mujeres que llegan a nosotras diciendo que se sienten solas, que se sienten raras ante el resto del mundo, que sienten que les ocurren cosas que nunca han escuchado relatar al resto de las mujeres que las rodean, que sienten impulsos y emociones que las hacen sentir culpables, las hacen sentir como si estuvieran locas, como si fueran seres extraños que hay que curar de algún modo para que vuelvan a ser como el resto de la humanidad.


A veces ocurre en el embarazo. En ocasiones las mujeres no se sienten tan felices como se espera socialmente que estén, sino preocupadas, llenas de miedos o incluso tristes, preocupadas y ansiosas. Incluso en los embarazos que han sido buscados y deseados pueden aflorar estas sensaciones. Incluso en las mujeres cuya vida parece algo ideal, casi planificada para la armonía, puede sentirse cualquiera de estas emociones que las alejan del sentimiento de felicidad y las separa de la sensación de “caminar sobre las nubes” que la sociedad supone que debe vivir una embarazada con una gestación sana y un bebé sano.


Otras mujeres llegan a estas emociones en el posparto. Incluso con partos “ideales”, con lactancias
exitosas desde el primer minuto, sin separaciones mamá-bebé, con vínculos emocionales fuertes y sanos… También con entornos que apoyan a la mamá y su maternidad, que ayudan a que pueda dedicarse exclusivamente al bebé el tiempo que ambos precisen y con el que se sientan bien. Incluso así hay mujeres que no terminan de sentirse bien o finalmente se sienten mal. Que se sienten defraudadas con alguna de las partes de la experiencia maternal, que han vivido las cosas de un modo muy diferente a lo que esperaban, o que tienen sentimientos que no esperaban tener, o que se sienten superadas por el torrente emocional que las embarga, o se ven mal físicamente, o, simplemente, nada es como lo esperaban. Ni mejor ni peor, sino diferente a lo esperado.

Todo eso ocurre en la intimidad de las casas de estas mujeres, de estas familias. Y en muchas ocasiones los bebés son los únicos testigos de esos momentos porque ellas ni se atreven a contarle a sus parejas que “esto no es lo que esperaba”. Y esos bebés son testigos que no saben contarlo… o, mejor dicho, saben contarlo sólo para quienes de verdad quieren escucharlo porque realmente sí que lo reflejan.

Estas son mujeres salen a la calle con sus bebés, reciben las visitas de otras mujeres que ya han sido madres, van a las revisiones posparto, hablan con sus amigas por teléfono… Y todas estar relaciones sociales las viven con la losa que supone sentirse mal del modo que sea y sentirse aún peor por creer ser las únicas que viven así la maternidad… Y lo viven en silencio…


Imagen tomada de www.spiritualwomen.org
Pero ¿qué ocurre si a varias mujeres que han sido madres las reúnes en una sala y comienzas a contar todo lo que es normal vivir y sentir pero sobre lo que no se habla normalmente? Esto es algo que, por ejemplo, ocurre en un grupo de apoyo. El efecto es inmediato y clarísimo. Todas comienzan a contar emociones, vivencias y experiencias similares. Todas se miran unas a otras identificándose entre ellas, sintiéndose aliviadas por no ser las únicas a las que les ha ocurrido aquello que relatan. Dejando de sentirse en una jaula de silencio y culpabilidad y abriendo su realidad al mundo íntimo que se crea en ese momento para que las demás mujeres vean que es algo que ocurre, que es real, que no es extraño…

Hasta ese momento en el que comienza la catarsis del grupo, la apertura de todas esas cajas donde se escondían los sentimientos que la sociedad no nos deja mostrar, la mujeres han vivido en su propia trampa, en su propia celda de aislamiento. No hablando, no contando lo que les ocurre se han ido cerrando uno tras otro los cerrojos de su cárcel y se los han ido cerrando al resto de las mujeres. Nos los hemos ido cerrando entre todas.


Por eso la honestidad sobre lo que sentimos es no sólo buena para nosotras como individuos, sino para las mujeres en general y para la sociedad. Es buena para poder nombrar lo que nos ocurre, para poder reconocerlo, para poder ver que no es nada extraño y para poder vivirlo e integrarlo.

Por eso deberíamos empezar a abrir esos cerrojos, a salir de nuestras celdas… Por ti, por nosotras… por todas. Gira la llave y abre la caja.



Beatriz Fernández
Doula en todas las etapas de la maternidad,
especializada en Duelo y nuevos caminos maternales.