sábado, 27 de septiembre de 2014

GINECOLOGÍA NATURAL: MUCHO MÁS QUE UN MANUAL (PARTE 1)

Cada vez encontramos más publicaciones relacionadas con la maternidad que nos muestran una visión que sale de la habitual que la sociedad nos viene presentando en los últimos 50 años. Una maternidad que mira más el instinto y la naturaleza que los manuales, que escucha más las necesidades individuales que la estandarización que parece ofrecerse como normal en general. 
Quizás esto responda a un despertar a la responsabilidad sobre nuestra maternidad y paternidad, a la mirada hacia el conocimiento y reconocimiento de la importancia de la maternidad no solo en cada familia, sino en la sociedad. Pero la realidad es que va también de la mano de una comprensión de la femineidad y de los ciclos y la sexualidad femeninos diferente. Más integral, con menos exclusividad del plano físico y más amplitud de visión. 
En esta línea encontramos en el año 2007 ya una publicación interesante y fresca: el Manual Introductorio a la Ginecología Natural. Hoy, su autora prepara una revisión de ese primer texto, con actualización de contenidos y conocimientos. Y hablamos con ella para que nos acerque más sobre el concepto de “Ginecología Natural” y el proyecto que desarrolla. 


- Pabla, antes que nada queremos preguntarte por el término “Ginecología Natural”. ¿A qué nos referimos exactamente con él? ¿Cuáles son los principios de esta visión de la ginecología y la femineidad?

Creo que el concepto por sí solo dice muchas cosas. A mí me gustaría aclararlo desde mi trabajo, porque tiende a creerse por un lado que el movimiento de la “Ginecología Natural” es una promoción de salud que trae “soluciones verdes” dentro de las mismas prácticas de la “ginecología convencional”. Parece que viniera a ofrecer soluciones “ecológicas”, como si se tratara de una especialidad médica, en la que las mujeres seguirían con el cómodo habito de entregar la responsabilidad de su salud a especialistas por desconocer sus procesos de salud/enfermedad a gran escala.

Al mismo tiempo, se cree que el movimiento de la GN impone la práctica del autodiagnóstico y la automedicación, al proponer prescindir del amparo de especialistas, incluso para casos delicados. Sin embargo, la motivación base del proyecto es que las mujeres se conozcan a sí mismas o, por lo menos, que comprendan sus propios procesos, que reconozcan el cambio que generan sus hormonas periódicamente, que sepan fluir con sus “malestares” menstruales, que sepan resolver un tratamiento de cándida o un herpes. En definitiva, que sepan resolver asuntos esenciales sin atormentarse la existencia colmándose de medicamentos.

La GN pretende ser un movimiento de salud, en el que las mujeres mismas sean las especialistas de su propia salud sexual. No obstante, sabemos que este empoderamiento conlleva un periodo de tiempo más o menos largo en que se desarrollarán transformaciones intensas a partir de la experimentación con sus cuerpos y en el que deberán estar acompañadas por especialistas de salud. Cuando de tratamientos delicados se trata, incluso cambiarse de anticoncepción hormonal a anticoncepción natural, habrá que informarse y asesorarse para no sufrir riesgos. Lo mismo cuando se desee realizarse una eliminación de quistes, por ejemplo, a partir de tratamientos naturales. Se deberán realizar estudios al comenzar para tener un diagnóstico certero y, al finalizar el tratamiento, nuevamente deberán realizarse exámenes para saber si este dio resultados positivos. Lo mismo con muchas dolencias, incluidas todas las ETS: es necesario tener un diagnóstico y conocer tanto las soluciones de la medicina convencional, como de las alternativas naturales. Una vez que se tenga la información suficiente, cada mujer podrá elegir el tratamiento que más le acomode. La diferencia está en que nos estaremos informando no solo sobre las alternativas disponibles para sanar, si no que efectivamente estaremos reconociendo nuestro cuerpo y salud, para así, en algún momento del proceso, llegar a entender el origen de nuestra dolencia. 

La GN pretende ser un movimiento de salud comunitaria en el que las mujeres sean un puente para aconsejar y acompañar los procesos de otras mujeres en base a sus propias experiencias, como antiguamente, cuando las mujeres compartían mucho más tiempo y se transmitían saberes de generación en generación.

Desde la GN se intenta promover que haya un cambio en la visión de mundo para con nuestra sexualidad y con la de las otras personas. Invita a conocer, valorar, cuidar y sobre todo darnos placer a nosotras mismas con el poder que posee el autoconocimiento (tanto físico como espiritual) y la valoración de nuestras peculiaridades. Este es un formato contrario al que nos ofrece el sistema, que estandariza nuestra sexualidad y nos presiona a cumplir un molde de “mujer” que debe pasarse todo su ciclo vital de una manera fija: siempre alegre, siempre joven, siempre sexy, cuando sabemos que somos tan cíclicas como todos los procesos de la naturaleza y de la vida misma.

En cuanto al concepto de “femineidad”, no lo tengo muy claro y por eso no lo desarrollo en mi trabajo. Es un tema que da para mucho, es un concepto demasiado manoseado y desvalorizado; no me siento capaz de promoverlo como parte del movimiento de la GN. 
Solo sé que tengo un útero en común con muchas otras mujeres que habitan este planeta… puedo comprender o más bien sentir (sin racionalizar) muchas situaciones que se me presentan en la vida con mis hormonas y mi sangre, y sé que con otras úteras puedo desarrollar un lenguaje en común. Ese útero puede vibrar de placer o endurecerse hasta ponerse rígido. Sé que al activar su energía, emitirá vibraciones conmigo y con otros seres que me acompañan, sé que con percibir su existencia como fuente de poder y amor puedo transformar y revolucionar muchos aspectos de mundo. 


- En los temas tratados en la revisión de esa primera edición del Manual Introductorio a la Ginecología Natural encontramos desde sexualidad a alimentación o preparación de remedios naturales. ¿Cuál es el objetivo último de esta publicación? ¿Qué pueden sentir las mujeres que lean tu libro sobre ellas mismas y su femineidad y sexualidad?

La motivación de esta edición definitiva sigue siendo la misma: que las mujeres tomen este trabajo como un punto de partida para el autonocimiento y para la autogestión de su salud. El libro solo intenta ser una base de conocimiento para exponer que existen otras formas más amorosas de conllevar los procesos de salud/enfermedad.

Desde que se editó la primera versión del manual han pasado varios años y muchas transformaciones que han reforzado la necesidad de que se modifique. Parí a mi hijo, hice una investigación de campo durante 10 meses con las mujeres de mi zona, trabajé con muchas mujeres, me inicié como partera tradicional, etcétera. La suma de experiencias y el habitar otras regiones del mundo con otras culturas me hicieron entender que el trabajo debía ser modificado. Yo misma había cambiado.

El concepto de “Mi cuerpo como territorio de lucha” era la base de mi ideología y de mi panfleto como parte de mi militancia en movimientos de feminismo libertario y eco-feminismo.

Sin embargo, esos conceptos, que aún siento como parte de mi lucha, se fueron soltando y abriendo cuando liberé el comando de mi vida en base a la intelectualidad masculina y a la comprensión racional/cartesiana del mundo. Cuando a mi vida llegaron en cuerpo, alma y emociones muchos de los procesos sobre los cuales yo solo teorizaba, mi vida dio un giro enorme. Comprendí que la base positivista, que adquirí desde pequeña y más aun en mi paso por la universidad como estudiante de Sociología, era en definitiva la enfermedad del mundo. 

Vivimos tan desligados de nuestro entorno y de nuestra propia integridad que solo damos poder al síntoma, solo valoramos la interpretación del mundo a partir de la mente y de una mente absolutamente patriarcal.

He aprendido en la praxis con mujeres humildes, no teóricas ni académicas, mujeres incluso analfabetas, que la vida es un puñado de misterios, que no podemos controlarla y que cuando luchamos para mantenerla bajo control, la vida se vuelve una enfermedad. Esto sucede con todos los procesos de la naturaleza y de nuestra sexualidad específicamente.

La medicina tuvo que llegar a abrir nuestros cuerpos, incluso partir úteros en dos, para tener acceso a toda esa sabiduría indomable y salvaje propia de la vida. Siguen los avances y las intervenciones para prevenir… y aun así no consiguen desentrañarnos.


El libro ya no solo podía ser una solución a los síntomas, con alternativas naturales sacadas de contexto. Aunque es tan solo un manual, debía incluir estas comprensiones y vivencias que me han ayudado a sanar y ayudar a otras mujeres en sus procesos. Como dice Dahlke, “un cuerpo no está enfermo ni sano. En él solo se reflejan, en cada caso, estados de la conciencia”.

[ACCEDER A LA SEGUNDA PARTE DE LA ENTREVISTA]

Entrevista por: SerDoulas
serdoulas@gmail.com

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