Moverse libremente (es decir, elegir si moverse o no y cómo hacerlo en cada momento) ayuda a relajar a la mujer, trasladando este beneficio a su bebé. Ayuda a que la carga muscular del esfuerzo del parto se diluya, no se sienta tan intenso, a que la musculatura que quizás esté contracturada se relaje y facilite bienestar a la mujer y ella pueda parir con más facilidad.
La libertad del movimiento favorece que nuestro cuerpo realice su labor en el parto, que nuestro bebé trabaje en su nacimiento, que sintamos libertad y poder de decisión en nuestro parto, en el encuentro con nuestro bebé. Y contribuye a un mejor estado físico y emocional en el posparto inmediato.
Os compartimos un bello video de la ONG Amigas do Parto titulado "Recuperación de la Posición Vertical" que os animamos a ver y disfrutar porque una imagen es mejor que mil palabras...
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