viernes, 17 de julio de 2015

LA MATERNIDAD SUBROGADA AL DESCUBIERTO

En las últimas semanas un nuevo tema ha salido a debate en las redes y en la sociedad. No porque sea algo realmente nuevo, sino porque su visibilidad ha aumentado y, con ella, también el número de personas que "oyen campanas" sobre ello y deciden que tienen conocimiento suficiente como para opinar (algo absolutamente respetable si se aclara que se trata de opinión y no se utiliza una opinión para juzgar y sentenciar)
Se trata de la maternidad subrogada.

Lo llamativo de este caso es que incluso, en medio de la marabunta de visiones sobre esta realidad, ha surgido un activo movimiento que promueve la prohibición de este tipo de procesos por considerarlos esclavitud sobre las mujeres que participan en ellos. Claro, se nos olvida que para que haya esclavitud o abuso ha de existir la ausencia de consentimiento por parte de quien se supone es la víctima, o bien el desconocimiento de lo que supone aquello a lo que se ofrece y que, teóricamente, la convierte en víctima.
Pero no escribo este post para desmontar teorías de nadie, ni siquiera para exponer teorías. Escribo este post para exponer realidades. Sin menospreciar otras que puedan existir, pero dando voz a las que yo he vivido. Dando voz a la verdad que yo he presenciado. Sí, a mi verdad y la de muchas personas que viven una maternidad subrogada.

Conocí la maternidad subrogada hace años, viéndola simplemente en una serie de TV que no tenía mayor importancia en mi vida. Una de esas cosas "para no pensar" que vemos en la llamada caja tonta. Pero resultó que ni era tan tonto eso que salió como un hilo argumental más de una serie de ficción, ni tampoco me dejó precisamente sin pensar pues, como curiosa que soy, comencé a investigar un poco sobre el tema.
¿Era posible que mujeres voluntariamente se ofrecieran a gestar uno o más bebés de otras personas? ¿Se hacía ese tipo de acuerdos en base a una igualdad entre las partes y al consenso entre todos los adultos implicados en ello? ¿Cómo podía sentirse una mujer que llevaba en su vientre el bebé de otra persona y que era su nido para luego entregarlo a quienes serían su familia? ¿Sería capaz yo de hacer algo así?

Hay preguntas de las que en esas semanas me hice que todavía no han encontrado respuesta. Y son las más personales, las referidas a mis elecciones, mis límites y los motivos por los que son límites para mi.
Pero para otras sí encontré respuestas y, para mi sorpresa, no pocas. Pues no eran pocas las mujeres que habían alcanzado esos acuerdos de subrogación con otras personas, y muchas contaban orgullosas su experiencia. Así conocí la diferencia de visiones y vivencias de esta realidad en diferentes países, supe que en nuestro país no era legal pero sí legalizable el bebé que nacía y era traído por sus padres (entiéndase padres no sólo como pareja, sino como madre, o padre, o madres o padres) También supe de las situaciones mejores o peores tanto de quienes ofrecían su vientre como de quienes buscaban una mujer que gestara a su bebé en los diferentes países en los que esta técnica de reproducción asistida está contemplada como legal... Pero ahí quedó la cuestión, no indagué más.

Durante ese tiempo estaba formándome como Doula, comenzando a caminar en este mundo de la maternidad ya no como madre, sino como profesional. Y me rodeaba de otras compañeras con quienes ni me atrevía a hablar del tema porque sabía que produciría rechazo en ellas por lo controvertido que lo encontraban. Fue un tiempo más tarde cuando mi experiencia profesional me llevó a bucear con mayor profundidad en la maternidad subrogada, pues una de las mujeres a quien acompañaba comenzó a planteársela...
Así volví a informarme, volví a investigar... esta vez más desde el prisma emocional, desde los procesos de apego o desapego, desde la vivencia del bebé, desde la vivencia de quien gesta y de quien recibe a su bebé de los brazos de otra mujer... Y descubrí un mundo de ilusiones, generosidad, amor y entrega tanto por parte de unos como de otros.

http://www.naciendojuntos.com/
Encontré a mujeres y hombres que llegaban a la maternidad subrogada tras caminos de renuncias,
aceptación, ilusión y búsqueda de caminos que les llevaran a lo que más deseaban: a su bebé.
Encontré a mujeres que ya habían vivido la maternidad, que ya habían tenido embarazos y tenían a sus pequeños en muchos casos y que, pese a que ni de lejos un año de su tiempo, energía e intensa vivencia emocional sería compensado económicamente por nada en el mundo, decidían ayudar a otras personas a tener lo que deseaban con todo el alma.
Encontré agencias y profesionales que mediaban, que trataban de ayudar al entendimiento entre las personas implicadas en esta elección, mediando y tratando de paliar en muchos casos barrera del idioma para que la comunicación permitiera un proceso lo más cercano posible.
Encontré familias que vivían junto a los suyos estos caminos, desde el silencio, a veces incluso desde el miedo a los juicios y prejuicios sociales que podían dañarles en un momento en el que si algo necesitaban era apoyo.
Encontré una sociedad que desconoce pero critica, que se agarra a cada noticia negativa sobre aquello que es novedad como a un clavo ardiendo y va tejiendo opinión desde la distancia, sin implicarse, sin sentarse a escuchar con la mente vacía de juicios y teorías y el corazón abierto...

Tanto encontré eso que me apasioné por esta vivencia, por este mundo, por este camino maternal, este camino de maternaje. Tanto encontré luz en estas vivencias reales y claras que a día de hoy no puedo callar cuando se intenta imponer un criterio parcialista a esta decisión que libremente viví como tomaban todos los protagonistas adultos, conscientes de lo que suponía para cada uno y también de las implicaciones para el bebé o bebés que llegarían a este mundo para tener una mujer maravillosa que los acunó en su vientre nueve meses y una familia que los acunará el resto de sus vidas.
Tanto encontré eso que viví cosas como informaciones ofrecidas a las mujeres que iban a parir, apoyo emocional a ellas por parte de los padres del bebé, regalos y cuidados a esa mujer gestante o expresiones de agradecimiento posteriores tanto por parte de la familia que recibía al fin ese amado bebé como por parte de su entorno cercano.
Tanto encontré en esas vivencias que a día de hoy sigo admirando y agradeciendo a alguna de esas mujeres que tuvieron la enorme generosidad de gestar a alguno de esos bebés toda la felicidad que regalaron a la familia y todo el aprendizaje que me regalaron a mi sin saberlo.

Sí, todo eso encontré. Y también encontré historias menos claras, menos limpias, más cercanas al oscurantismo al que muchas personas quieren vincular la maternidad subrogada. Historias a las que he de decir que ni yo ni las personas que conocía que vivían maternidad subrogada nos acercamos de forma directa, pues no nos parecían ni aceptables ni adecuadas ni tolerables. Y es justo en estas historias, en esos países que no tienen una regulación clara y permiten realmente una explotación donde se ha de actuar para proteger a las mujeres, para evitar que la maternidad subrogada sea la única salida que les queda y por ello la tomen, o que sean obligadas a ello por sus parejas o familias o entorno en general.
Es ahí donde debemos mirar con crítica. Pero no teñir el resto de las realidades con el oscuro de estas vivencias...

Por una maternidad (gestación) subrogada legal y regulada.
Por los derechos de las mujeres gestantes y de las familias con quienes acuerdan ese camino.



Bea Fernández
Doula
Telf: 600218964






3 comentarios:

  1. Yo sí tengo información al respecto, querida Bea. Y formación. Lo sabes.

    No tenía una idea muy definida a este respecto, es más,. pensaba como tú... en los "derechos" de las personas que querían ser madres o padres a través de otros vientres. Sin embargo, tras asistir a un seminario con Nils Bergam, tras verme involucrada de lleno en la formación de Salud Mental Perinatal, tras conocer en profundidad de qué forma afecta todo este entramado al bebé intrauterino y recién nacido, de qué forma afecta a sus vivencias, a sus emociones, a su salud... te puedo asegurar que mi visión del tema ha cambiado. Y mucho. Porque, por encima de todo, me interesa la Vida. Y la vida de esas criaturas concebidas en vientres ajenos para ir a parar a otras familias que nada tienen que ver con su linaje, con su sistema familiar.

    Tristemente hay cantidad de bebés y de niños sin nadie que les ame, sin nadie que les cuide. Creo que, en este punto, la adopción es un acto más hermoso que una maternidad subrogada. En esta última siento que prevalece un ego, y no digo que no sea lícito, pero si lo que se quiere es tener a una persona para colmar de amor, de dicha y de felicidad, hay otras opciones que arrancar a un bebé del vientre de la madre que lo ha gestado y lo ha parido.
    A pesar de todo, gracias por tus reflexiones.
    Un abrazo.
    Concha.

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    1. Buenos dias Concha. Me gustaria puntualizar alguna de las cosas que dices. "Tristemente" casi no hay niños sin nadie que les ame y les cuide (entiendase el por que de las comillas). Ayer mismo se cerraba el plazo de ofrecimientos para adopcion en Madrid con mas de 1000 familias solicitando adoptar y cuando el ritmo de asignaciones es de 50 al año... Eso hsce una espera de unos 20 años. Las personas que consiguen adoptar son unas pocas afortunadas por lo que no hay "otras" opciones como dices. Creo que antes de decir que la gente prefiere la gestacion antes de la adopcion por un tema de ego estaria bien conocer la situacion de ambas. Adoptar hoy en dia (y menos mal) es un privilegio.

      Hablas del daño que se hace a los bebes... ¿Conoces algun niño nacido mediante gestacion subrogada? ¿Alguna famila? ¿Alguna gestante? ¿O simplemente sentencias desde un estudio teorico? Yo te invito cuando quieras a conocer a mi hijo. Es un niño precioso, sano, fuerte y con un vinculo muy fuerte conmigo desde el primer momento. Nadie le arranco de su madre porque su madre soy yo. Nadie le aparto de su linaje porque su linaje somos su padre y yo. No tiene ninguna relacion genetica con la gestante (la gestacion subrogada no se hace con ovulos de la gestante). Dices que te interesa la vida, la vida de mi hijo no existiria si yo no hubiera querido ser madre. Y de verdad, no te preocupes por su salud fisica y mental, esta perfecto, como.otros niños que conozco nacidos por gestacion subrogada, recibiendo kilos de amor desde el primer instante...
      Lo que si que pido por favor es que dejemos de juzgar o rchazar algo desde teorias, desde lo que dice tal teorico o tal.otro sobre el apego. Creo que a eso se refiere Bea. Todo el mundo puede opinar pero hagamoslo desde el.conocimiento, acercate a una familia, a una historia, conoce a sus implicados, como lo vive y mira por ti misma si tiene consecuencias o no. Hacerlo desde la teoria es como que yo me ponga a hablar de si Pluton es bonito o no... Si no lo conozco!!

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  2. Queridas Concha y Lia

    Me gusta esta apertura y este debate porque realmente creo que se hace desde la profunda convicción, desde todos los prismas. Creo también que no se pretende criticar agresivamente la decisión de nadie, sino reflejar una parte de aquello en lo que se fundamentan las opiniones de muchas personas sobre este tema, Lia.

    Concha, comprendo a lo que te refieres, y, créeme que he estado en ese punto porque son años ya buscando información y viendo experiencias y la evolución de la maternidad subrogada, para mi no es nada nuevo y he tenido mis reticencias, pero siempre he querido buscar más, saber más...
    Créeme que cuando acompaño maternidades subrogadas es porque también tengo la información sobre lo que suponen... pero no sólo a nivel teórico y de desarrollo del bebé, teorías sobre implicaciones en su salud mental y en lo que a la parte sistémica se refiere, entre otras, sino también sobre el proceso emocional de cada una de las demás partes implicadas. Por ello nunca se me ocurriría compararlo con una adopción o con otro proceso maternal del tipo que fuera...
    No conozco sólo las teorías de los estudios, estudiosos, publicaciones, expertos... sino que conozco las realidades de las familias, de las mujeres que han gestado a sus bebés, de quienes los han recibido, de quienes han mediado, de las familias de todas las partes, y de los bebés y niños fruto de esos procesos maternales. Y es esta individualidad la que invito a conocer.

    Como aclara Lia, esos bebés no forman parte del linaje genético de la mujer que les gesta, sino del de la familia que les recibe. Ese bebé no es de la mujer que les gesta, sino de la familia que les recibe o, más bien, es un ser humano y no una propiedad de nadie. Y las familias que yo conozco directamente han buscado mucha información sobre vínculo, desarrollo emocional, apego y cuestiones relativas a la emocionalidad del niño y de la familia. Que haya otras que no? Seguramente. Pero ni yo puedo decir que todas las realidades son como las que conozco ni nadie puede decir que son todas fruto de decisiones desde el ego y el egoismo y la inconsciencia. Esa es la cuestión.

    En nuestra profesión conocemos de sobra que el hecho de que haya un "ideal" teórico sobre una situación en la maternidad no significa que sea ideal para todas las vivencias personales ni que las experiencias alejadas de él hayan de ser negativas tampoco. Eso es precisamente parte del no juzgar de la Doula que todas conocemos perfectamente.

    Podemos llegar a una librería, ver la portada de un libro y valorarla. Decidir si es de nuestro gusto o no. Pero cuando abrimos el libro es cuando realmente valoramos con todos los elementos y es precisamente a eso a lo que invito en el artículo, a abrir el libro en lugar de juzgar por una parte del mismo, sea la portada o sean varios capítulos. Y después de leerlo nada garantiza que la opinión cambiará, Lia. Pero al menos se habrá leído el libro y se conocerá de verdad.

    Abrazos a las dos.


    Bea

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