lunes, 17 de agosto de 2015

ASESINANDO LA MATERNIDAD

Me encantaría no escribir este post nunca, jamás llegar a sentir la necesidad de hacerlo o, al menos, de hacerlo con este sentimiento de tristeza profunda y miedo con el que lo hago...

En este mundo hay muchos mundos. Tantos como personas, porque cada cual tenemos nuestro mundo y nuestra visión del que nos rodea, y esa visión depende de muchas cosas: nuestra educación, experiencias, forma de sentir, expectativas, filtros de diversos tipos que hacen que cada cual veamos la realidad de una forma.
Y, además de esas realidades personales, están las realidades que nos muestran, las que los medios de diversos tipos nos ofrecen y en las que estamos de algún modo adoctrinados porque son las que vemos en la TV, cine, literatura más popular, prensa escrita, radios... Y esa, esa realidad influye mucho más de lo que creemos.

Esa realidad que nos "ofrecen" o "nos venden" incluye una mujer estupenda y sonriente en su posparto. Que no tiene ni un pelo despeinado, con la manicura hecha, con una casa recogida y limpia, un bebé sonriente y tranquilo... una mamá encantada de la vida y del mundo en general que hasta ha recuperado su cuerpo de antes del embarazo de modo casi inmediato.
Alguna habéis parido? Alguna habéis vivido un posparto? Os cuento las diferencias entre esa imagen y la realidad o no es necesario?
No, no creo que sea necesario, verdad?

El caso es que todo en la maternidad parece ser así en nuestra sociedad: todo bajo un velo de ficción. Ficción sobre el embarazo, sobre el parto, sobre el posptarto y la crianza... Cada cual con su ficción, en base a su interés o necesidad de trasladar una imagen concreta. Pero todos bajo una misma premisa: dar SU realidad.
Pero cual es la realidad de la maternidad en nuestra sociedad?

La realidad es que la maternidad está infravalorada... desvirtuada como valor para nuestra sociedad, como vivencia personal y transformadora, como laberinto de emociones y de conexiones y desconexiones con nuestras creencias, escalas de valores y realidades aprendidas en general.
La mujer embarazada y de parto está, a día de hoy, relegada al papel de usuario sumiso en el sistema que le dice qué comer, cómo dormir, qué pruebas hacerse o cuando caminar o beber, cómo parir y recibir a su bebé en lugar de ser escuchada para atender sus necesidades e inquietudes.

Diferencias entre la depresión postparto, la psicosis postparto y la tristeza postparto
Erica Medina-Serdán
Pero... y la mujer de posparto? Todo va encaminado a la salud en el embarazo y al momento del parto en sí, a la llegada del bebé pero... hay una vida después! Y vaya vida más repleta de matices, por cierto!
A la mujer se le presupone una tristeza que ha de asumir como normal, que la convertirá en una loca temporal, pero que se le pasará. Y yo me pregunto... es eso apoyo? es eso escucha? es eso comprensión del posparto de cada mujer? Personalmente, lo tengo claro: no lo es en absoluto.

Nos centramos tanto en preparar el embarazo y el parto, la llegada y primera crianza de nuestro bebé que terminamos por olvidar a esa mujer... esa mujer que puede que llore o no, que puede sentirse un poco triste o muchísimo, que puede sentirse triste, sentir que necesita ayuda y no pedirla porque le han dicho que es normal. Esa mujer que quizás se siente avergonzada porque no llega ni de lejos a esa imagen que la sociedad y los medios dan de la mujer de posparto y, encima, tampoco se atreve a pedir ayuda en lo que siente que va mal. Quizás porque se avergüenza, tal vez porque no sabe ni que ha traspasado ese límite de la tristeza a algo más, tal vez porque nadie le ha hablado de ello, tal vez porque nadie le ha contado que hay salidas, que hay ayuda y profesionales y que no es malo ni vergonzoso acudir a ellos...

Tal vez por todo ello junto pero... lo primero de todo, según yo lo veo, porque no hemos mirado a esa mujer como sociedad, no hemos mirado a su maternidad, a su realidad... ni a la de esa mujer ni a la de muchas otras. Porque no mirando la maternidad estamos asesinando como sociedad esa maternidad y muchas otras... y eso implica a veces que una madre se sienta mal, otras que necesite una ayuda urgente que no llega... y en ocasiones que leamos noticias sobre asesinatos de bebés. Sí, así de claro y de frío: asesinatos.

Podemos seguir asesinando maternidades y personas mirando a otros lado y mostrando realidades destiladas o decidirnos a escuchar, valorar y apoyar de verdad la maternidad?


Doula
Telf: 600218964

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