Hace poco, en una canción, escuché una frase que me dejó un
gran poso: “Lo mejor del final es cuando uno quiere volver a empezar”. Me dejó
poso no sólo por lo que significa, sino porque me trajo a la mente la imagen de
muchas mujeres y hombres que he conocido a lo largo de mi vida y, más
especialmente, a lo largo de mi vida profesional.
Cuando una situación termina de un modo que no deseamos, de
un modo traumático, a veces nos quedamos parados en el dolor, envueltos en la
tristeza de lo que hemos perdido, de lo que no podremos tener… Es difícil a
veces caminar, la mayor parte es complicado darse permiso para afrontar los
miedos a que nos vuelva a ocurrir esto que ha sucedido y nos ha causado dolor, y muchas otras veces es también difícil
reconocer lo que hemos caminado pasado el tiempo y darnos permiso para sentir
que deseamos intentarlo de nuevo.
Pero cuando algo termina, siempre, por definición, comienza
algo nuevo… Seguro no es lo que deseábamos que empezara, pero comienza.
A veces la situación que termina es simple y otras compleja…
Aunque siempre nuestra percepción de ello depende de cómo la vivamos, de cómo
vivamos las cosas en general, de nuestras herramientas para pasar cada día en
esta vida y de los apoyos de los que dispongamos. Por eso cuando escuché esa
frase hace unos días muchas madres y padres llegaron a mi mente, poniendo voz y
rostro a ese deseo de un “volver a empezar”.
Cada día hablo con madres y padres que hacen honor de una
forma increíble a esta frase… Que han pasado por situaciones muy duras, casi
impensables para muchas de las personas que conozco, pero que en cada final de
cada una de esas situaciones encuentran de algún modo la energía y la esperanza
para volver a comenzar, para seguir buscando lo que desean con toda su alma.
Cada día hablo con madres y padres que son ante todo
personas increíbles, admirables. Que son fuertes de verdad porque no miran a
otro lado, porque miran dentro para conocer lo que les pasa y poder asumirlo
para avanzar… Que son valientes porque, a pesar de saber que no siempre las
cosas salen como queremos, que quizás a ellos nunca les han salido como
deseaban, aunque saben que todo puede ir de un modo diferente al esperado,
intentan conseguir lo que desean afrontando el miedo a que ese final no deseado
se repita…
Cada día hablo con madres y padres que han vivido
tratamientos, pruebas, decepciones, duros golpes de la vida, pérdidas irreparables…
Pero que miran dentro de ellos buscando si desean volver a comenzar el camino
y, si encuentran que la respuesta es que sí, lo comienzan con sus miedos, sus
nervios, sus dificultades a veces, pero con mucho amor e ilusión, por encima de
todo lo demás.
Cada día hablo con madres y padres de quienes podemos
aprender como madres, padres, hermanos, parejas, amigos… personas. Porque todas
esas madres y esos padres cada día me muestran que tras cada final siempre hay
un principio si lo deseas… Que si no es en un camino, será en otro… que si
buscamos un nuevo inicio encontraremos las fuerzas para tenerlo si somos
capaces de mirar dentro y asumir todo lo que tenemos en el pecho, mejor y peor.
Cada día hablo con madres y padres a quienes doy las gracias
porque hacen que el mundo tenga otro color, otra luz y otra energía que lo
mueve: la de la valentía, la esperanza y el amor…
Bea Fernández
Doula especializada en Duelo y nuevos caminos maternales.
serdoulasmadrid@gmail.com
600218964
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