miércoles, 25 de febrero de 2015

YO, DOULA, NO QUIERO EL PODER

A estas alturas ya todos sabemos que el mundo, en una parte muy importante, se rige por el poder.
A veces el poder es ejercido desde lo económico, desde el tener más o menos dinero que nos permita hacer o tener más que los demás, o al menos aparentarlo. En otras ocasiones el poder se ejerce desde el sometimiento de otros seres vivos que nos rodean: en el trabajo, en la familia, entre los amigos o los clientes de lo que ofrecemos. 
Las demostraciones de poder son a veces sutiles, se marcan por pequeños detalles que parecen carecer de importancia pero que para quien ansía sentir el poder son muestras de que lo ha conseguido. Y en otras ocasiones son auténticas agresiones a otros por conseguir tener poder sobre ellos en aquello que se desea. 

En maternidad este deseo de poder es desarrollado por parte de algunas personas, que en teoría deberían apoyar y ayudar, sobre las mujeres y familias. Sobre la información que se les facilita, sobre la atención que se les ofrece, sobre las elecciones que se les permiten tomar...

El ansia de poder en la maternidad viene a veces bajo el disfraz del lenguaje del miedo: "si no te tomas esto, tu bebé morirá", "si no haces esto a tu bebé le puede pasar algo", "si sigues así la salud de tu bebé está comprometida"... Miedo que se utiliza como estrategia, combinado con una información parcial que va orientada a apoyar y alimentar ese miedo a preguntarse qué pasará si tomamos una decisión contraria a lo que se nos está aconsejando o siquiera si preguntamos. Miedo como herramienta para anularnos en nuestras capacidades de decidir, pues nos paraliza y nos hace sentirnos inseguras, inválidas.
Otras veces, el poder en la maternidad se pone la máscara del paternalismo. De quien nos indica que sabe lo que es mejor para nosotras, nuestros bebés o nuestra familia. Quien con palabras condescendientes y gesto incluso tierno nos dirige para que no tomemos opciones diferentes, para que nos dejemos guiar y manejar por el camino porque sabe más que nosotras supuestamente, porque tiene una preparación u otra que le permite ser la guía de nuestra maternidad y el oráculo de todas las maternidades. Quien nos convence de que no sabremos tomar buenas decisiones si no es de su mano.

E incluso este poder en la maternidad puede venir del intento claro, evidente y abierto de limitar nuestras decisiones, de sesgar nuestra capacidad de decisión para coartar así nuestras libertades y nuestro propio poder. Así, en ocasiones las entidades, espacios o profesionales que deberían trabajar con y por nosotras en nuestra maternidad, ayudándonos y apoyándonos, se convierten en verdugos de nuestra libertad, de nuestro derecho innegable de desarrollarnos en esa maternidad del modo que deseemos o sintamos.

Todas estas formas de poder se ejercen en la atención a la maternidad con cotidianidad sorprendente y complicidad absoluta por parte de la mayor parte de la sociedad, quizás porque, en general, estamos acostumbrados a tener relaciones de poder. A que haya alguien que mande, que domine, que nos indique y nos guíe y tome el poder.
Y quizás por esa normalidad parece tan subversivo el decidir por uno mismo, el tomar las riendas, tratar de informarse hasta estar satisfecho con la información que se posee, decidir algo diferente a lo habitual o a lo que nos aconsejan "quienes saben" o siquiera preguntar los motivos de las recomendaciones a quienes nos las hacen y no simplemente dejarnos ir.

Tal vez por esa normalidad institucionalizada de las relaciones de poder, del que manda y el que obedece ciegamente, es por lo que no se entiende lo que las Doulas hacemos...
Es incomprensible.¿Cómo vas a contratar a una persona que no te aconseja, no te manipula, no te dirige y no te adoctrina? ¿Para qué tener a esa persona? ¿Qué intención tiene esa persona si no es la de dirigirte o entrenarte?

Señoras y señores, la intención de la Doula no es otra que estar, ser junto a quien acompaña... Ofrecer el espacio libre de consejos, directrices, sesgos, expectativas, prejuicios y relaciones de poder y sumisión que de otro modo no solemos encontrar.
La Doula no ansía el poder ni sobre la mujer, ni sobre la familia, ni sobre la maternidad. Y por ello la Doula es tan subversiva y no entra en la mentalidad de muchas personas, porque no queremos el poder, lo entregamos, lo devolvemos a sus verdaderas dueñas, que es de donde nunca debió salir.

Lamentamos con ello molestarles. No era nuestra intención. Nuestra única intención era acompañar.



Bea Fernández
Doula en todas las etapas de la maternidad,
especializada en duelo y nuevos caminos maternales.
Telf: 600218964
serdoulasmadrid@gmail.com

miércoles, 11 de febrero de 2015

LA CRIANZA VISTA CON OTROS OJOS: MELINA BRONFMAN

La crianza es un momento de creación. De autocreación para quienes han llegado a ser madres y padres de ese bebé, y de autocreación para ese bebé que cada día descubre, crea, experimenta y camina hacia su desarrollo. Por ello, porque es una oportunidad para crear y un momento de múltiples caminos y posibilidades, la crianza puede ser emocionante, hermosa, agotadora, confusa... pero sobre todo la crianza es básica, importante y fundamental para cada una de las partes de cada familia que forma cada pequeña sociedad que se encuentra en cada gran núcleo social.

Hoy hablamos con Melina Bronfman, Terapeura especializada en crianza en los tres primeros años de vida de los pequeños, que ayuda a las familias en estos momentos para que la crianza sea, sobre todo, feliz y en armonía.



- Melina, ¿por qué pueden ser importantes una maternidad y paternidad informadas?

Yo creo que cualquier actividad que una desarrolle debería ser informada. Cuando vas a comprar un auto. O a mudarte. O decidir ir a escuela o estudiar una carrera. Cuando algo va a cambiarte la vida para siempre. ¿Acaso no conviene iniciarlo con recursos y/o herramientas? 
¿En qué puede afectar esa diferencia a cada una de las partes de esas familias? En la maravillosa sensación que reside en sentirse idóneo ante los diversos eventos que pueden tocarnos vivir. Entre ellas, asistir y acompañar a otro ser humano durante su crecimiento y desarrollo.



- ¿Crees que a día de hoy tenemos a nuestra disposición informaciones realmente adecuadas en lo que se refiere a maternidad e infancia, o existen sesgos y condicionantes? 

Hoy en día asistimos a un momento muy especial. Por un lado todavía permanecen vigentes ciertos paradigmas arcaicos muy dañinos pero que siguen profunda arraigados en algunos espacios sociales. Y por el otro, esta surgiendo con mucha fuerza el instinto maternal y paternal, con el agregado de la fundamentacion científica. Resulta que todo lo que las madres desean hacer ahora ya se ha comprobado que hace muy bien, QUE ES LO MEJOR DE TODO! Por lo tanto hay algunas contradicciones entre lo que es saludable y no lo es en la información que se comparte, incluso en el consultorio del pediatra.



- ¿Es la maternidad y paternidad un proceso meramente social y físico o requiere que empecemos a recuperar una visión más global, hacer una reconexión con este proceso? 

Es imperioso a mi modo de ver el hacer está reconexión que mencionas. Si nos quedamos en el hecho social, es como si jugarámos a un juego que no conocemos y lo hiciéramos imitando a otra persona pero en realidad nosotros no hemos entendido nada. Y ademas obviamente es muy difícil comprender los procesos y mucho más aún disfrutar los logros.




- Melina, ¿qué pueden aportar tus talleres a las familias y personas que acuden a ellos?

Intento mostrarles mi cosmovisión. Creo que son encuentros en donde los padres comienzan a tener mejores y más eficaces herramientas a la hora de criar. Con eso no me refiero a una técnica que logrará que tu hijo obedezca o deje de hacer berrinches. Me refiero a poder contactar profundamente con la esencia de nuestros hijos, desde nuestra propia esencia, para entender genuinamente que le ocurre, que necesita y que puedes hacer tú. Y estos encuentros no fallan!!!




Si deseais conocerla y saber más sobre lo que ofrece, Melina Bronfman ofrecerá talleres en España a lo largo de este mes de Febrero, tanto en A Coruña como en Madrid.
Haced una escapada a un mundo diferente de su mano. 

lunes, 9 de febrero de 2015

EL REGRESO DE LA INQUISICIÓN: BRUJAS Y DOULAS

A mediados del siglo XV muchas mujeres empezaron a ser perseguidas, acusadas y condenadas por brujería en nuestro país y en muchos otros. Eran estos procesos en los que, sin pruebas reales y con testimonios débiles y sospechas, se torturaba y asesinaba sin pudor a quienes tiempo más tarde se confirmó que eran simples mujeres contra quienes se habían levantado falsos testimonios y también muchas de ellas eran curanderas o mujeres que conocían remedios que la naturaleza aportaba o estaban conectadas con la esencia femenina y su ser, algo absolutamente impensable en la época y aún ahora visto como extraño al menos.

A esas mujeres a quienes se torturó y quemó en la hoguera no se las escuchaba en sus explicaciones o motivos, no se las tenía en cuenta como individuos, sino que se las incluía en un colectivo guiado por la maldad y con objetivos contrarios a la moral de la época.
A esas mujeres se las obligaba a vivir bajo el estigma de la sospecha permanente, del miedo a hablar por temor a ser dilapidadas en cualquier momento y del temor a ofrecer su saber y su hacer libremente, aunque supieran que podría ser beneficioso, porque ello podía llevar a que fueran condenadas por un delito que no era tal: ser diferentes y ofrecer cosas distintas.

Recuerdo cuando leía sobre esas mujeres torturadas hasta que confesaban su falsa brujería. Y recuerdo la impotencia que me causaba el relato de toda aquella situación, cómo imaginaba su perplejidad, su desesperación y su temor constantes por ellas y por sus familias. Como llegaba a entender que muchas se aislaran, se convirtieran en ermitañas, lo que acrecentaba su ya existente fama de brujas: “por qué se esconde si no ha hecho nada y es inocente?”, se preguntaban quienes las veían sospechosas. La respuesta era una y clara: miedo y no culpa.
Y recuerdo todas estas cosas no sólo porque sean algo que sepa por haber leído sobre ello, sino porque a día de hoy encuentro situaciones que me recuerdan las vivencias de esas falsas brujas que eran acusadas, acosadas, acorraladas y condenadas sin prueba o derecho alguno a la defensa. Sin dar credibilidad más que los testimonios de los poderosos o de quienes querían complacerles o creían a ciegas a esos poderosos.
Y es que unas veces los poderosos son representantes de un culto religiosos y hombres poderosos y en otras ocasiones son profesionales de cualquier ramo. Pero el objetivo siempre es el mismo: erradicar aquello por lo que nos sentimos amenazados o cuestionados.

Os pondré un ejemplo claro con el que se comprenderá por qué revivo las cazas de brujas con absoluta claridad. Hace poco, en un grupo de una red social enfocado a la crianza con apego y respetuosa (respeto, algo que nombramos mucho pero que parecemos no comprender) una compañera se atrevió a poner un artículo sobre la labor de la Doula. Se trataba de un grupo en el que había informaciones, publicidades de servicios diversos, consultas entre mamás… En fin, un grupo en el que otros profesionales y personas en general publicaban libremente.

En cuanto apareció la publicación de la compañera, llovieron las piedras sobre ella. Ninguna de las personas que la juzgaban la conocían o sabían siquiera su modo de trabajar, pero ya estaba enjuiciadas y con la sentencia en la mano solo por ser Doula. Y así continuó mientras ella clamaba respeto y pedía que cualquier opinión que se vertiera estuviera fundada en información, abría la posibilidad de diálogo con quienes la atacaban y esperaba el mismo respeto que se ofrecía al resto de integrantes del grupo.
Las acusaciones llegaron incluso a recriminarle el publicitarse, cosa que no estaba haciendo pero que sí había sido hecha por otras personas en ese mismo grupo. Y, desde luego, se la acusó de cometer intrusismo profesional, amparadas en el hecho de que hubiera ciertos colectivos que así lo manifestaban respecto al colectivo de las Doulas. Todo ello en medio de un supuesto espacio de respeto y apertura, de un espacio de libertad para todos los integrantes del mismo… Para todos menos para una: la Doula que se descubre como tal, la que no se esconde y dice con orgullo que lo es porque sabe que nada malo hace en el ejercicio de su profesión.
La compañera visualizaba al inquisidor, el gobernador y los alguaciles, convertidos en mujeres que, en base a una creencia y no a una realidad contrastada e información, se estaban convirtiendo en sus verdugos virtuales, visualizaba la pira en la que sería quemada mientras intentaba apelar a la escucha. 
Mientras, conocía el hecho de que incluso había habido personas que se habían ido del grupo basado en el respeto y la libertad sólo porque entraba una Doula… Las mujeres decentes del pueblo se habían apartado de la bruja malvada no porque supieran que lo era, sino porque así lo habían oído decir… Un ejemplo claro de inquisición, de querer eliminar aquello que no comprendemos o no conocemos y nos causa temor o sospecha sin llegar siquiera a acercarnos a ello.

Un ejemplo claro de lo que muchas compañeras viven día a día. Compañeras que son madres y Doulas. Que participan en grupos de lactancia, crianza, duelo, movimientos pro lactancia materna, pro parto respetado y otros espacios en los que cualquier otra persona puede decir a lo que se dedica pero ellas no. Ellas no son libres, no pueden decir que son Doulas porque se sospecha de que estén intentando “captar clientes”. Que, digo yo, igual una mamá que sea Podóloga también podría estar intentando captar clientes en esos grupos, pero de ella no se sospecha.

Imagen de www.galleryhip.com
Las Doulas no somos brujas, no somos intrusas, no somos personas que nos levantamos una mañana
y decidimos “vivir de las mujeres”… Y quien sea así, no es Doula.
Las Doulas somos profesionales que nos informamos y nos formamos. Que permanecemos en el papel de acompañamiento emocional, que complementamos las labores de otros profesionales desde la consciencia de los límites de nuestro papel y la necesidad de cada mujer que decide buscarnos. Las Doulas no somos advenedizas de la maternidad ni aprovechamos las carencias del sistema para hacer nuestro negocio porque las Doulas siempre hemos estado al lado de la mujer e incluso junto a la partera.
Las Doulas somos profesionales, los únicos profesionales que nos dedicamos exclusivamente al acompañamiento emocional en la maternidad, sin más objetivos ni aspiraciones que ofrecer ese estar a quien nos lo pide.


Estamos orgullosas de ser Doulas y cada día trabajamos y nos trabajamos para ser mejores Doulas, y esa es la realidad. El resto son cazas de brujas, de brujas que alguien quiere ver porque así lo necesita, como sucedía hace siglos. 



Bea Fernández
Doula en todas las etapas de la maternidad,
especializada en Duelo y Nuevos caminos maternales.
serdoulasmadrid@gmail.com
600218964

martes, 3 de febrero de 2015

EL CAMINO DE LA FORMACIÓN COMO ASESORA DE LACTANCIA, SHEYLA GÓMEZ

Hoy Sheyla Gómez, de El alma y la lactancia al descubierto, nos cuenta el hermoso camino para formarse como Asesora de Lactancia. 
Este de la Asesora de Lactancia es un papel que no ha generado poca polémica, pero que nos consta que ayuda a muchas mujeres y familias de forma cercana y eficaz a la vez en su lactancia. Y por ello nos parece más que interesante el conocer desde dentro esta formación. 

Gracias, Sheyla, por darnos esta visión próxima y clara de las Asesoras de Lactancia.

Hace ya más de 1 año que empecé mi camino en las formaciones en el ámbito de la maternidad. Quise ayudar en cierto modo a familias con sus lactancias ya que yo con mi hijo mayor no encontré ni apoyo ni información sobre ello y apenas le di pecho 1 mes.

Acababa de ser madre recientemente, pero aun así empecé buscando formaciones sobre lactancia y la verdad es que me sorprendió bastante ya que apenas había, solo había un par de asociaciones que lo impartían online y de modo presencial en mi zona no había nada. Así que me aventure y pedí información a Teta e Coliño, justo había ya terminado la 1º formación de sus asesoras y había lista de espera para la que empezaba en breve, por suerte pude acceder a su 3º promoción!!

Justo cuando llevaba un par de meses formándome se empezó a promocionar la formación de Edulacta pero no podía hacer las dos en ese momento así que me centre en esta.

Tengo que decir que la formación aunque sea online, se realizan cada 15 días aproximadamente videos online y recibíamos la teoría por escrito, lo cual ayudaba a ir poco a poco estudiando y poder resolver dudas sobre ello. Es cierto que cuando empecé lo vi todo super complicado ya que había cosas que nunca había oído, no sabia si iba a poder aprender todo aquello. Día a día me iba interesando mas todo el temario, las compañeras animaban mucho poniendo comentarios y veía que no era la única que tenia dudas. Tengo que decir que aprender a ser asesora de lactancia pensé que era mas fácil y para nada!! Es una formación intensa, con muchísimo temario, el cual hay que actualizar además día a día, hay que estudiar mucho, presentar diversos trabajos y sobretodo aprender de las asesorías que van surgiendo. Por ello me decidí un poco antes de terminar mi formación con Teta e Coliño a formar un grupo de apoyo en mi zona. Nunca pensé cuanta falta hacia!! Hemos llegado a ser unas 35 personas y para ser un pueblo es mucho, os lo aseguro.

Una vez estudiado todo el verano, haciendo examen, teniendo casos presenciales….en septiembre
obtuve la certificación de asesora de lactancia en la 3º promoción. Casi 1 año de formación y de información para mi lactancia incluso.

Según me certifique tuve la posibilidad de poder acceder a la formación de asesoras de Edulacta, si justo unas semanas después. Y porque apuntarse tan seguido? Pues porque sabia que era una formación donde salias con mucho nivel. Y porque las profesoras ya me transmitían esa confianza de querer hacerlo si o si. Así que empecé otra nueva formación como asesora.

Nunca me arrepentiré de haberlo hecho. Me he dado cuenta de que una asesora nunca deja de aprender. Para mi es una formación que incluso una asesora que ya tiene experiencia debería hacer. Curso aun mas intenso, 4 meses con clases cada semana, con buenísimos colaboradores de todos los ámbitos de la crianza no solo de lactancia, una formadora IBCLC (Ruth) y una asesora de lactancia, farmacéutica y además ha escrito libros como destetar sin lágrimas (Pilar Martinez) que es super importante para una formación de una asesora, el tema destete. En esta formación prácticamente estas cada dia con casos que las compañeras comparten y aprendes de ellos, además de tener que entregar varios trabajos y una valoración final de ellos por parte de la tutora. Sin duda alguna un curso que recomiendo 100% , completo, de calidad, intenso pero llevadero, y con muchísima actitud positiva desde el primer momento, con ganas de ayudar a las familias y con muchas recomendaciones de las tutoras hacia las alumnas. De hecho la mayoría de las alumnas de su primera promoción han aprendido tanto que han realizado ya diversos proyectos. Lo mas bonito de ambas formaciones es el compañerismo que hay, como diferentes mujeres (si mujeres porque por el momento no he tenido ningún compañero hombre) pueden aportar tanto, aun teniendo diferentes profesiones como matronas, enfermeras, artesanas, asesoras de porteo, doulas….hay de muchísimas profesiones y todas buscan una cosa en común

APRENDER AL MÁXIMO TODO LO RELATIVO A LA LACTANCIA PARA PODER AYUDAR A LAS FAMILIAS QUE BUSQUEN ESA AYUDA, ESE APOYO

Espero en breve poder hablaros de las formaciones que tengo entre manos ¡¡que son unas cuantas!!



Sheyla Gomez
Asesora de lactancia
http://www.elalmaylalactanciaaldescubierto.es/