miércoles, 30 de julio de 2014

PLAN DE PARTO Y NACIMIENTO: MUCHO MÁS

Un plan de parto, casi todo el mundo lo sabe ya, es un consentimiento informado. Un documento que expresa los deseos y las decisiones de una mujer que va a traer al mundo a su bebé. Un escrito que abarca no sólo los deseos de la mujer para ella misma en ese momento, sino también para su bebé y respecto a quienes la atenderán y acompañarán en esa vivencia tan importante.

Hace unos años hablar de plan de parto era motivo de preguntas sobre para qué lo queríamos o qué queríamos conseguir. Incluso se nos consideraba caprichosas e irracionales porque íbamos “contra el sistema establecido”. Se llegaba a la burla, a la crueldad y al maltrato incluso como represalia dirigida a quienes presentaban un plan de parto. Se hablaba de ellas como si pidieran que el hospital se convirtiera en su esclavo cuando lo único que pedían era respeto a sus deseos y que se les informara y consultara ante cualquier intervención. Que se les permitiera decidir sobre SU PARTO y el nacimiento de SU HIJO.

Afortunadamente, en los últimos años las estrategias de atención al parto normal del sistema público de salud se han encaminado mayoritariamente a la inclusión del plan de parto como un punto más de la atención adecuada y lo pone a disposición de las madres y parejas a quienes atienden.

Sin embargo, el plan de parto es mucho más que un consentimiento informado o un documento de expresión de deseos. Se trata de una oportunidad… Una oportunidad para descubrir todo lo que podemos decidir, para indagar sobre los motivos por los que se nos atiende acorde con un protocolo u otro y decidir si nos acogemos o no a ello, para dialogar abiertamente con nuestros proveedores de servicios de salud y, sobre todo, para preguntar…

Gracias a la creación de un plan de parto (lo entreguemos o no en nuestro centro hospitalario, demos a luz en el hospital o en nuestra casa, acabemos o no revocándolo llegado el momento…) nos comenzamos a preguntar muchas cosas que de otro modo quizás no cuestionaríamos. Abrimos diálogo sobre los deseos y necesidades que tenemos respecto al parto y sobre los que pueda tener nuestra pareja, si la tenemos. Revisamos nuestros miedos y nuestros límites de cara al parto. Buscamos el papel que deseamos cada uno en ese momento y, de la mano, comenzamos a preguntarnos mucho más… ¿De dónde salen nuestros miedos? ¿Por qué esperamos una cosa u otra para nuestro parto? ¿Qué sabemos del parto y el nacimiento y cómo nos influye? ¿Qué esperamos de quien nos atienda en ese momento y por qué? ¿Qué necesitamos de quien nos atienda? ¿Y de quien nos acompañe ese día? Y quien nos acompaña… ¿qué nos puede ofrecer? ¿Qué espera ser en nuestro parto? Y nuestro bebé… ¿cómo será en el parto y después? ¿Cómo sentiremos nuestras primeras experiencias piel con piel? ¿Qué deseamos para él en su nacimiento?

Aún así, por si eso fuera poco, no es todo… Porque con ese canal de diálogo que abrimos, con esa forma
de preguntarnos sobre lo que necesitamos y queremos, sobre lo que tememos y esperamos, sobre lo que queremos ser y cómo en ese momento… Comenzamos a preguntarnos mucho más allá del parto. Comenzamos a ser realmente conscientes de todas las decisiones que tomaremos en la maternidad/paternidad desde el primer minuto. De todas las cuestiones en las que tendremos la responsabilidad de representar lo que sentimos y creemos mejor para nuestros hijos y su bienestar presente y futuro. Y creamos, poco a poco, nuestro ser de madres y padres incluso antes de tener a nuestro pequeño con nosotros. Comenzamos a actuar como madres y padres… Comenzamos a crecer aún más.

Por todo ello el plan de parto es algo tan interesante y positivo tanto para la madre que dará a luz, como para el padre si está a su lado y también para los profesionales de la maternidad que la atienden y para la sociedad en general. Porque si ya de entrada es importante por todo lo que implica a nivel protocolario y legal, lo que aporta a nivel personal a quienes lo preparan y a la sociedad y los profesionales a nivel de comprender y atender las necesidades reales de cada mujer y comprender la maternidad lo convierte en algo maravilloso.

¿Has hecho el tuyo ya?


Bea Fernández
Doula en todas las etapas de la maternidad,
Especializada en Duelo y nuevos caminos maternales,
Madre
.
serdoulasmadrid@gmail.com

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