viernes, 11 de julio de 2014

UNA GRAN SEMILLA PARA NUESTROS PEQUEÑOS: OPCIONES EDUCATIVAS





Todo parece dicho en educación, parece que nadie se cuestiona que lo mejor es el sistema establecido. Llevar a los pequeños a la escuela infantil, luego al ciclo infantil y que de ahí accedan a primaria. Que aprendan a leer y escribir cuanto antes, que conozcan los números lo antes posible… Que sigan el ritmo marcado por todo el sistema creado para convertirles en “personas de provecho”.
Pero no todo está dicho. Muchas son las voces que se cuestionan este estándar, esta forma de educar y de ayudar el desarrollo de los niños. Y por ello surgen propuestas, proyectos y opciones diversas que nos ofrecen alternativas reales al sistema instaurado.

Una de estas opciones tangibles y en marcha es la asociación sin ánimo de lucro La Semilla Violeta, ubicada en Galapagar (Madrid). En esta pequeña localidad ha nacido, al cobijo de otro (La Violeta) un espacio caracterizado por el respeto a los ritmos y tiempos de los pequeños y de sus familias.
Para conocerles un poco más y saber los motivos por los que surgen este tipo de proyectos, hemos contactado con Nuria, coordinadora del proyecto.



- Nuria, lo primero que tenemos que preguntarte es por qué ¿Por qué aparecen proyectos fuera del sistema educativo “habitual”? ¿Qué se busca con la creación de espacios diferentes?

Creo que la aparición de este tipo de proyectos responde a nueva sensibilidad de familias y profesionales relacionados con el mundo de la infancia, una nueva mirada hacia éste que deja ver un gran malestar, un alejamiento de las verdaderas necesidades del niño y, muchas veces, una pérdida del sentido común.
La creación de estos espacios busca ofrecer una alternativa a aquellas familias que, implicadas en la crianza y educación de sus hijos, sienten que el sistema educativo "tradicional" no escucha esas necesidades, no los acoge en su integridad.



- ¿Conocemos realmente como padres las necesidades reales de nuestros pequeños en su desarrollo durante la primera infancia en lo que se refiere a aprendizaje? ¿Cuáles crees que son estas necesidades?

En los últimos años, se observa un número creciente de familias en la búsqueda de formación que les permita conocer y atender estas necesidades. El nacimiento de un hijo es una oportunidad maravillosa de crecimiento propio, de camino y trabajo personal.
Durante su infancia (y diría que durante toda nuestra vida...), los niños necesitan fundamentalmente, sentirse amados. Desde ahí, desde el profundo amor, llega el respeto, la seguridad (física y afectiva), la confianza, la escucha, el límite...



- ¿Qué alternativas tienen las familias a ese sistema educativo instaurado que nos muestran habitualmente los medios de comunicación y los organismos oficiales?

Al igual que el número de familias que buscan una alternativa a la educación convencional para sus hijos es creciente, también lo es el número de profesionales que se encuentran en un camino de cambio profesional. Algunos llegan a él tras años de experiencia profesional en relación con la infancia, otros ya desde finalizar sus estudios comienzan esa búsqueda e, incluso, hay maestros que desde su ámbito de trabajo (en la educación pública y privada “tradicional”) también aspiran a desempeñar su labor de una manera diferente.
Así, cada vez nacen nuevos proyectos relacionados con distintas perspectivas pedagógicas (Montessori, Waldorf, Educación Activa…) y promovidas desde distintos lugares: familias, asociaciones, profesionales…



- ¿Qué buscan los padres que llevan a sus hijos a La Semilla Violeta, por ejemplo? ¿qué encuentran? ¿Qué
motiva a colaborar con el proyecto a los padres y ofrecérselo a sus hijos?

Las familias llegan a espacios como La Semilla Violeta desde diferentes “lugares”. Muchos buscan ofrecer una alternativa a los centros escolares tradicionales en los primeros años de vida de sus hijos, otros inician un proceso de crecimiento desde el nacimiento de sus pequeños, otros llegan tras una experiencia poco positiva en otros centros, pocos nos encuentran casi por casualidad…


- ¿Se puede decir que La Semilla Violeta tiene un programa educativo o es más correcto decir que son unas bases educativas? ¿Cuáles son?

Sin duda, preferimos hablar de bases educativas; programa educativo es un término demasiado rígido para dar cabida a todo lo que surge en el día a día, en lo cotidiano. Quizá esa sea una de las primeras bases educativas de nuestra propuesta: en un espacio que alberga vida, no podemos hacer otra cosa que fluir con ella; de aquí se deriva la flexibilidad, la creatividad, para adaptarnos a cada situación, al momento, al aquí y ahora.

Uno de los motores principales de La Semilla Violeta es el juego espontáneo, como motor de aprendizaje, como lugar de encuentro, como posibilidad de conocerse, de conocer, de descubrir al otro…
Otro aspecto fundamental es el respeto por el niño y sus necesidades; acogerlo en su estar y posible malestar, con sus intereses e inquietudes, sus dificultades y retos, sus elecciones, sus ritmos, su SER. Partimos de la confianza en el niño y sus posibilidades, de la confianza en la vida y en sus procesos. Desde la confianza, establecemos relaciones de acompañamiento amorosas, sanas y transformadoras.
El valor del grupo como lugar de encuentro con el otro y los otros, como espacio anímico. Un grupo heterogéneo en un espacio respetuoso y amoroso, como primer acercamiento a lo social, como primer paso desde la familia hacia el mundo, hacia la vida.
La familia como primer lugar de desarrollo del niño, desde el que crece y camina; la familia como sustento y soporte fundamental del niño.
El cuidado delicado y la calidad de las relaciones, el modelo del adulto en ese acompañamiento.
Los límites y las pautas como elementos fundamentales de un acompañamiento respetuoso; aquellos que proporcionan seguridad afectiva y física, que permiten mantener un lugar relajado, un ambiente sereno en el cada uno pueda buscar, encontrar y hacer lo suyo, lo propio.
La naturaleza, como posibilidad de aprendizaje, de conexión con la Madre Tierra, con lo más

primitivo y ancestral que está en nosotros.

La autonomía como sólida base de construcción del propio “yo”, para permitir la apertura desde dentro hacia fuera, hacia el otro, en una relación sana. Autonomía no solo en las actividades cotidianas, sino sobre todo en la toma de decisiones, en la búsqueda de lo propio.



- Nos gustaría que nos contaras cómo puede ser un día cualquiera en La Semilla Violeta ¿Qué encuentran nuestros hijos cuando van a este espacio?

Los niños/as que vienen a nuestro espacio llegan generalmente acompañados por su padre o madre. Tras el momento de acogida, comienza el tiempo del juego espontáneo; cada niño escoge y despliega su juego en alguno de los espacios (sala de “saltos”, lugar de experimentación psicomotriz y musical, la sala central, para el juego proyectado y manipulativo, la biblioteca para el acercamiento a la lectura y el juego más cognitivo y de reglas, la sala de plástica o el espacio de juego simbólico).
Cuando ya han llegado todos los niños que acudirán ese día, se hace una propuesta de taller. Cada día se hace una propuesta diferente: taller de pan, carpintería, masaje, experimentos, pintura, arcilla... Por supuesto, la participación en ellos es voluntaria.
Una vez finalizado el taller, comienza el tiempo del almuerzo. Quien quiere participar de él, puede tomar, según el día, fruta, cereales, galletas, alguna receta elaborada en el taller de pan, tortitas de arroz… todos ellos de origen ecológico.
Tras el desayuno y, según el tiempo meteorológico, continúa el juego en el interior, o bien se hace una propuesta de salir al exterior, al jardín.
Finalizamos la jornada con un cuento, que los acompañantes inventan para los niños. Es el único momento de la jornada en el que el grupo comparte un espacio al mismo tiempo, una oportunidad para la fantasía, la imaginación, el simbolismo.

Y nos despedimos celebrando el tiempo compartido, con un baile…





Podréis contactar con La Semilla Violeta en... 

(699869394 durante julio y agosto).


2 comentarios:

  1. Necesitamos más espacios como La Semilla Violeta para respetar la infancia.

    ResponderEliminar
  2. Totalmente de acuerdo, Carmen! Se necesitan más opciones, más proyectos y, sobre todo, más apoyo a una educación respetuosa y libre que favorezca el desarrollo de todos los pequeños y la armonía de sus familias como parte activa de esa educación a la que muchos aspiramos.
    Esperemos que este año nos traiga avances en ese camino.

    ResponderEliminar