Cada vez son más las cuestiones que nos planteamos dentro de
la crianza de nuestros hijos. Cada día somos más quienes nos preguntamos si lo
que hace “todo el mundo” es lo que realmente queremos o es lo mejor para
nosotros y nuestros bebés. Y cada vez, en respuesta a estos cuestionamientos,
se normalizan más opciones que hace 10 años serían impensables, pero hace unos
pocos más suponían la cotidianidad… Una de las cuestiones que todos parecemos
tener “normalizada” es el uso de los pañales desechables. Un elemento que se da
por hecho dentro de lo que llamamos “canastilla” de nuestro bebé, dentro del
“kit imprescindible”. Sin embargo, muchos nos preguntamos ya si la única y, más
importante, la más sana opción que tenemos es el uso de ese tipo de pañales.
Respondiendo a esa necesidad de buscar opciones cada vez hay un mayor mercado
con posibilidades diferentes, fuera de los comunes pañales de usar y tirar:
desde pañales ecológicos desechables a pañales de tela que se reutilizan hasta
que nuestro pequeño decide no utilizar pañales.
Para hablarnos de este tema y
aclararnos un poco dentro de tanta opción y variedad hemos llamado a Paula
Vázquez, Trabajadora Social y Asesora de porteo, pañales y de lactancia, que
nos clarifica el “panorama pañaril” y nos muestra la importancia de esta
decisión.
- Paula, lo primero es preguntarte ¿realmente hay otras
opciones al pañal que encontramos en los supermercados? ¿Por qué buscan las
familias esa otra opción en tu experiencia asesorándolas?
Pues sí, existen otras opciones, claro, y además según pasa
el tiempo, va siendo cada vez más fácil llegar a lo que ahora es una
alternativa, minoritaria, pero que va en aumento. Lo que una familia busca en
los pañales de tela, digamos que los motivos que llevan a usarlos, son variados,
y todos ellos válidos. Por un lado evitar productos que puedan ser
perjudiciales para la piel de su hija o hijo, también la preocupación por el
cuidado del entorno, y por supuesto, también por cuidar la economía familiar en
tiempos complicados. En definitiva, mi sensación es que las familias que se pasan a la tela,
encuentran una forma de hacerse responsables del cuidado de su familia y del
medio que les rodea, esforzándose por salir de la opción predominante. Y
precisamente la falta de cultura en su uso, hace que muchas recurran a quién
las asesore, bien sea, madres experimentadas, grupos en redes sociales, o a
asesoras en este tema.
- ¿Cuáles son los puntos clave que pueden aconsejar el uso de
otro tipo de pañales diferentes a los que se vienen comercializando
masivamente? ¿Qué desventajas tienen estos pañales?
En parte, esta pregunta está muy relacionada con la
anterior, y está muy bien que sea así, porque significa que se trata de un
producto que responde a necesidades e inquietudes de las propias familias.
En cuanto a las desventajas, podemos ir colocándonos de
nuevo en los motivos que lleva a usar la tela. Si nos preocupa el medio
ambiente, ya os puedo mencionar un dato que saldrá más adelante, un bebé usa
unos 7000 pañales durante sus tres primeros años de vida, y cada uno de estos
7000 estará entre nosotros, en vertederos, en el mar o en la arena de la
playa…unos 400 años, si no se acelera el proceso con método artificiales.
En cuanto al cuidado de la piel, los desechables utilizan
componentes derivados del petróleo, que están en contacto directo con la piel,
además de sustancias desodorantes y blanqueantes que pueden resultar agresivas.
Y otro punto importante es el del aumento de la temperatura en la zona del
pañal, con todo lo que implica, en una lugar donde hay restos de pis y de
cacas.
Si hablamos de economía, también me adelanto a temas que
trataremos después, los desechables, al final, son mucho más caros.
Otra desventaja que apreciaréis cuando vuestras hijas e
hijos crezcan un poquito…los desechables son mucho más aburridos, y no se puede
elegir en estampados como lo hacemos con los de tela, normalmente a ellos
también les gusta ponerse un pañal de su color favorito, de monos, dinosaurios,
mariposas…
Entre los desechables no hay tantas posibilidades de
elección, en los supermercados hay dos o tres marcas, no más, y la composición
de los mismos no siempre figura de una forma clara.
Y ya por último, con los desechables tienes que estar
durante años, pendiente de comprar pañales…los de tela están siempre en casa,
una cosa menos de la que preocuparnos.
- Dentro de las posibilidades que podemos barajar, ¿qué tipo
de pañales existen básicamente?
Una ventaja de los pañales de tela, es que existe una gran
variedad, en cuanto a sistemas, materiales, formas de producción…Lo cual, en
ocasiones, echa a las familias para atrás, parece que es muy complicado elegir
entre tantos tipos, pero al final en cada casa se usan pañales de uno o dos
sistemas, o tres como mucho.
En cuánto a los tipos, pues en este mundillo, hablamos por
un lado de sistemas, por otro de tallas, y también de materiales, y yo añadiría
un cuarto, sistemas de producción y uso de materiales respetuosos.
Dentro de los diferentes sistemas, están desde los más
sencillos de usar como el Todo en uno, pasando por Todo en dos, Rellenables y
Pañales de dos piezas o de dos pasos.
En cuanto a las tallas, los hay unitalla, que se venden para
usar desde los 0 meses hasta el final, pero en a práctica, es difícil que
ajusten bien a bebés recién nacidos, y a
veces, quedan pequeños hacia el final, Y también se venden por tallas en
función del peso, aquí cada familia tomará la decisión que mejor se ajuste a su
bebé y a sus propias preferencias.
Y entre los materiales, se utiliza mucho el PUL, como tejido
impermeable, pero también transpirable, la lana, o el forro polar, y para
absorber la humedad, microfibra, poliéster, algodón, bambú, cáñamo y otros
menos usados como el tencel o el modal.
Si hablamos de sistemas de producción, y lugares de
fabricación, hay pañales fabricados en la Unión Europea, con al menos, algunas
garantías de protección de los derechos de trabajadoras y trabajadores, fabricación
en China, con todo lo que supone, en China, pero cuidando materiales y
condiciones de trabajo, en Estados Unidos y en muchos otros lugares del mundo,
cada uno con sus peculiaridades...Y por supuesto también hay producción
nacional, y artesanas que consiguen pañales de mucha calidad. Otro aspecto a
tener en cuenta son las marcas que trabajan con materiales orgánicos, esta
opción de fabricación responde también a preferencias de algunas familias.
- Muchas personas, quizás por desconocimiento, ven un atraso en volver a lavar pañales, ¿realmente es tan engorroso como se nos “vende”? ¿Qué cuidados especiales requieren los pañales de tela, por ejemplo?
Es verdad que esa visión, como algo del pasado, existe, y es un argumento muchas veces mencionado, en contra de su uso. Pero, la verdad, es que, los actuales, poco tienen que ver con los pañales que usaban nuestras madres y abuelas. Lo que ha cambiado principalmente, aparte del diseño, por supuesto, pero lo que realmente ha quitado trabajo, es el uso de la lavadora. Los pañales deben de ser tratados como una prenda de ropa más, e igual que hay lavadoras para el resto de la ropa, pues lo mismo sucede con los pañales de tela.
Puesto que es una prenda de ropa, con materiales diferentes, debemos tener en cuenta que las partes sintéticas, sufren con las altas temperaturas, por tanto debemos evitarlas, o usarlas sólo en ocasiones muy puntuales. En cuanto al tipo de detergente a utilizar, existen múltiples teorías, pero en principio, si tu hija o hijo no tiene problemas con detergentes convencionales, vale perfectamente la recomendación de usar muy poca cantidad, 1/3 parte de lo recomendado por el fabricante y aclarar muy bien. Los suavizantes y la lejía tampoco se recomiendan. Y no es necesario lavarlos por separado, aunque muchas familias prefieren hacerlo así.
- Cuando hablamos con alguien que ha explorado un poco el mundo de los pañales de tela, se suele hablar de que son costosos, ¿es realmente así? ¿Cuánto puede gastar una familia de media en pañales de tela para toda la etapa de uso de los mismos?
Si comparamos lo que cuesta un pañal de tela con lo que cuesta uno desechable, nos echamos las manos a la cabeza. Pero es que no somos muy conscientes de la cantidad de pañales desechables que usa una niña o niño en la etapa de 0 a 3 años, por poner una media. Pues en ese período, de media, se usan unos 7000 pañales, con este dato, junto con el de la cantidad de pañales que se usan de tela, unos 20, la comparativa ya puede ser más realista. Así frente a unos 1300 €, se gastan unos 500€, teniendo en cuenta el gasto extra de agua, electricidad y detergente. Y en estos cálculos tiro a la baja con respecto a los desechables, y casi a la alta con los de tela, porque se puede pañalear por menos dinero, otras compañeras hablan de una diferencia incluso mayor. Y además en caso de los pañales de tela, se pueden reutilizar con otros bebés de la familia. Imaginaros ahí lo que se reduce el gasto en pañales!!!
- En la cotidianidad, ¿Cuál es la diferencia de uso a la hora de cambiar al bebé entre unos pañales y otros? ¿Se pueden encontrar con facilidad?
En cuanto al uso, podemos optar por sistemas casi iguales a los desechables, la diferencia es que con los de tela el pañal hay que lavarlo, y ¿qué hacer cuando hay caca?, pues se retiran los restos que queden con la toallita que usamos para limpiar el culo, aclarar con agua, y a la lavadora, o al cubo donde almacenemos los sucios.
Para comprarlos, pues ahora mismo, la mayor oferta sigue estando en tiendas on line, la verdad, pero también hay cada vez más en tiendas físicas, e incluso en algunos establecimientos comerciales grandes y especializados en productos para bebés. También hay asesoras, con formación y experiencia que os podemos ayudar a la hora de elegir los que más se ajusten a las necesidades de bebés y familias, y a las que también se puede recurrir en caso de encontrarse con alguna dificultad.
Si quieres contactar con Paula Vázquez puedes hacerlo a través de...
Colo de Mai
Tfno. 696109527
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