lunes, 30 de junio de 2014

CONSTELACIONES FAMILIARES EN LA MATERNIDAD

La maternidad es, para muchas madres y padres, un momento de cambio, de crecimiento, de aprendizaje y de reencajar muchas piezas y hacerse múltiples preguntas.

Cada día más somos conscientes de lo que supone el proceso maternal para nosotros como individuos, de lo que exige de nosotros y de lo que nos aporta. Y quizás por ello cada día son más las personas que deciden hacer algún tipo de terapia personal antes de buscar un embarazo, durante el mismo o cuando su pequeño no ha llegado.

Dentro de todas las terapias y trabajos personales que podemos realizar están las Constelaciones Familiares. Esta herramienta, desarrollada por el terapeuta Bert Hellinger, nos ofrece la oportunidad de revisar y quizás recomponer nuestro sistema familiar, al cual pertenecerá y del cual heredará mucho más de lo que creemos nuestra descendencia.
Conocer un poco más sobre esta herramienta es lo que buscamos hablando con Quintín Álvarez Núñez, Constelador con amplia experiencia, miembro Didacta de la Asociación Española de Constelaciones Familiares Bert Hellinger y Profesor de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Santiago de Compostela.



-Quintín, muchas son las terapias personales a las que podemos acceder a día de hoy, pero realmente conocemos en qué consisten muy pocas. ¿De qué forma podríamos explicar qué son las Constelaciones Familiares para cualquier persona ajena a esta herramienta?

Podríamos empezar por ver como las constelaciones cambian nuestro foco de atención. Vivimos en un mundo en el que, cada vez más, se destaca el aspecto individual de las personas y es cierto que cada persona somos única y diferente. Pero no es menos verdad que todos somos hijos de nuestra historia, tanto personal como familiar. En realidad, somos un eslabón más de una cadena que viene de muy lejos, a través de nuestro antepasados y, si tenemos hijos, también puede continuar mucho más allá de nosotros. Esto que el hombre primitivo tenía muy claro, que era miembro de un clan y eso le conectaba con una red relacional básica para su supervivencia y le daba una serie de características y de normas de conducta, límites, tabúes, etc., parece que lo estamos olvidando. De este modo, consideramos que somos los responsables de lo que nos pasa, de nuestro problemas y dificultades. Lo que nos vienen a decir las constelaciones es que muchos de esos conflictos, que vivimos como algo personal, tienen su origen en desórdenes o desequilibrios que han ocurrido en nuestro sistema familiar, a lo largo de su historia, y que nos están afectando actualmente. En ese sentido, si muchos problemas tienen un origen sistémico, la intervención correctiva sobre ellos también tiene que ser a nivel del sistema. Es decir: no basta con trabajar sólo sobre la persona que manifiesta ese problema sino que hay que hacerlo con todo o parte del sistema en el que se manifiesta éste: la familia, una empresa, una escuela, etc.


-Las Constelaciones Familiares se utilizan en cualquier momento vital pero ¿en qué pueden ayudar particularmente durante la maternidad? ¿Qué puertas pueden abrirse en este proceso maternal que podamos ayudar a traspasar con las Constelaciones?

En principio, las constelaciones no son recomendables para personas que están en un proceso avanzado de embarazo. Es más, considero que, en general, sería más positivo que se hiciese antes de quedar embarazada o bien una vez nacido el bebé.

Pero en el caso de estar en los primeros momentos del embarazo, lo que aportaría sería: por una parte, libera a la madre de cargas que no le corresponden, porque, en realidad, son de su sistema familiar y ayudarle en la resolución de problemas que le preocupan (de pareja, de relación con su padre y/o su madre, de trabajo, etc. ) lo que le permitirá vivir su embarazo de un modo más tranquilo, seguro y relajado; por la otra, evitar que el hijo/a que viene pueda llegar a heredar esas “cargas” sistémicas que, si no han sido trabajadas, tienen muchas posibilidades de pasar a él/ella. Esto es algo que actualmente ponen de manifiesto no sólo las constelaciones sino toda la amplia bibliografía existente sobre Psicogenealogía.
Además, le puede dar una comprensión más profunda y empática de lo que ha sucedido en su familia, de por qué su padre y su madre han actuado de la forma en lo que lo han hecho, dado que también estaban condicionados por esas cargas sistémicas, del origen de sus dificultades en el trabajo, en la pareja, con su familia, etc.


-A la hora de constelar estamos tratando de favorecer nuestro transcurrir en determinados “conflictos” o situaciones en las que nos sentimos en conflicto pero, ¿es esto algo que sólo nos afecta a nosotros o bien se transmite?

Es algo que se transmite de generación en generación. En general, todo aquello que no haya sido resuelto o “limpiado” en las generaciones anteriores pasa a las siguientes. Esa es una de las razones fundamentales por las que la gente que tiene o va a tener hijo debiera constelar, para dejar, en la medida de lo posible, a nuestros hijos libres de esas cargas y problemáticas.
Lo que sucede es que esto, que, en realidad, tiene un claro origen sistémico, lo vivimos como algo personal. Por eso, en muchas ocasiones, buscamos ayuda y lo trabajamos sólo a nivel individual. Pero la terapia individual puede ser insuficiente, si nos olvidamos de buscar también la clave de la solución de los problemas y conflictos en nuestros vínculos y relaciones sistémicas.


-En maternidad nadie sabe todo, nadie está seguro de todo. En tu experiencia, ¿qué cosas han podido descubrir madres o padres en una sesión de constelaciones sobre ellos mismos como progenitores?

Por ejemplo, una de las cosas que se puede descubrir y suele sorprender es la facilidad con que, pese a nuestras mejores intenciones, repetimos, con nuestros hijos, esquemas y patrones de conducta que nuestros padres tuvieron con nosotros y nos hicieron daño. Ello es una prueba de la importancia de lo sistémico y del modelaje. En realidad, nuestro principal aprendizaje lo hacemos a través del modelo que nos trasmiten nuestros padres. Más allá de las palabras y las buenas intenciones lo que cuentan son las acciones, las conductas y las normas y patrones que existen en nuestro sistema familiar.

A veces un padre o una madre afirma: “yo no voy a ser como mi madre” o “yo voy a hacerlo mejor que mi padre” Al hacer esta afirmación que, obviamente se hace con la mejor de las intenciones y con un deseo real de superar cosas de tus padres que te dañaron, lo que se hace, inconscientemente, es caer en un desorden y poner las bases para que el modelo se vuelva a repetir. Por una parte, el inconsciente no capta la negación, con lo cual lo que le llega a éste es: “yo voy a ser como mi madre”; por el otro, pretender situarse por encima de un padre o una madre es un desorden sistémico, que sólo lleva a generar nuevos problemas o a repetir los antiguos.


-Las Constelaciones, de algún modo, reflejan nuestro sistema familiar. ¿Qué importancia tienen en él, por
ejemplo, las pérdidas prenatales y neonatales? ¿Pueden afectar al sistema familiar?

Las pérdidas prenatales y neonatales son hechos que pueden afectar gravemente a todo el sistema familiar. Son como agujeros negros cargados de dolor y sufrimiento, que absorben una gran cantidad de energía.
Sus efectos dependen mucho de cómo se actúe ante ellos. Por ejemplo, una práctica habitual en el caso de nuestros abuelos, donde la mortalidad infantil solía ser muy alta, era, para evitar o mitigar el sufrimiento, tender a olvidarse completamente del niño/a muerto/a e incluso ponerle su nombre a algún/a hijo/a nacido/a posteriormente. Así, se cometía un doble error: por un lado se excluía al niño/a muerto/a “desposeyéndole” de su nombre, que era uno de los pocos indicadores de existencia que le quedaban, y, por el otro, se cargaba al hijo/a que heredaba el nombre con un destino difícil, relacionado con el programa de vida del anterior.
En cambio, cómo debe actuarse antes este hecho: pasando el duelo y buscando ayuda, si se necesita, y, después, haciendo que el niño/a muerto/a tenga algún tipo de presencia en la familia: hacerle un hueco en nuestro corazón, hablar alguna vez de él/ella, tener alguna fotografía, etc. Las constelaciones pueden ayudar en este proceso porque, lo que se suele ver en ellas al trabajar este tema, es que si el niño muerto se siente reconocido e integrado en la familia, está completamente en paz. Y eso también da mucha tranquilidad a los padres.


-No nos resistimos a preguntarte, aunque sabemos que quizás la respuesta no sea sencilla. ¿Cuál es el funcionamiento de una sesión de Constelaciones Familiares?

Efectivamente, no es sencillo de explicar porque, como afirma un viejo proverbio árabe: “más vale ver una vez con tus propios ojos que escuchar mil historias” y la mejor manera de saber cómo funcionan las constelaciones es participar en ellas y vivenciarlas, porque hay una diferencia muy grande entre que te cuenten lo que es una constelación y verla, vivirla y sentirla, como sabe perfectamente cualquier persona que haya participado en ellas.

Aclarado esto, hay que indicar que se puede trabajar en una sesión individual o bien en talleres, que se realizan en grupo
Cuando se realiza el taller en grupo, en él se trabaja con la persona que, libre y voluntariamente, lo solicita. Quien realiza la constelación, después de exponer el asunto que desea tratar, elige representantes para los miembros más significativos de su familia o del contexto que quiere trabajar, incluido él/ella mismo/a. A continuación, los sitúa en el espacio, teniendo en cuenta a su intuición, relacionándolos y dando, a cada uno, el lugar que cree que ocupan, según su propia imagen interior.
Los representantes interaccionan entre ellos hasta que se forma una nueva imagen de solución encaminada a restaurar el orden del sistema y a la construcción de alternativas sanadoras. Éstas tienen una gran fuerza, tienden a crear un bienestar y a vivirse como liberadoras y facilitan una comprensión más profunda y clarificadora de la situación.
Se puede participar en el taller como cliente (para trabajar algún asunto personal), como representante o como participante. El poder de los procesos que se desarrolla en el grupo es tal que, en cualquiera de las posiciones, todas las personas aprenden algo útil para su vida y pueden recibir un poderoso impulso sanador y, después, tienen la posibilidad de seguir su propia evolución de un modo autónomo.

En las sesiones individuales, se recoge la información sobre el sistema familiar y el transgeneracional de la persona y se elabora su genograma, una representación de su árbol familiar en el que se recogen los sucesos más importantes que han ocurrido en su familia, para ver de qué modo han podido influir sobre la situación actual de la persona. Posteriormente, se realiza la constelación, utilizando materiales como muñecos, folios, tapetes, etc. y se llega a una imagen e solución que restaura el equilibro perdido y ayuda a reordenar el sistema.


-Por último, ¿dónde podemos encontrar Consteladores que nos puedan acercar esta herramienta? ¿Qué debemos buscar en estos profesionales y en la constelación? ¿Cuándo está aconsejado constelar y cuándo no?

Bueno, yo vivo en Santiago e imparto sesiones individuales y talleres en esta ciudad y en otras partes
de Galicia.
Actualmente hay muchos consteladores. Quizás porque es una técnica engañosamente sencilla y que puede parecer relativamente fácil de aplicar. Mi recomendación es que se busquen en la asociación que tenemos a nivel de toda España, la Asociación Española Bert Hellinger de Constelaciones Familiares (AEBH) En su web (www.aebh.net) existe un apartado en el que aparecen todos los miembros españoles y latinoamericanos. Ahí pueden buscar a los miembros titulares, que son los que están reconocidos por la asociación para facilitar constelaciones, tanto en sesiones individuales como en grupo, y a los didactas, que son aquellos que, además de estar avalados para hacer constelaciones, también lo están para ofrecer procesos de formación en ellas.

Esto me lleva a responder a la cuestión de qué se puede buscar en los consteladores: que miren su profesionalidad y experiencia, su capacidad de empatía, su respeto por las personas y sus procesos y, entiendo que también es importante, que éstos tengan el reconocimiento de la AEBH. En este sentido, yo soy, actualmente, miembro de su Junta directiva y mi recomendación de que se busquen aquí los consteladores es debido al control que éstos tienen y los estrictos requisitos y las muchas horas de formación y de supervisión que los profesionales deben de cumplir para ser reconocidos por la AEBH. Así, por ejemplo, para ser miembro titular se necesita: una titulación universitaria; experiencia mínima de 5 años trabajando con terapias, de las cuales 2, al menos, deben haber sido como constelador; tener formación en otro tipo distinto de terapias; 600 horas de formación en constelaciones y 100 de supervisión por un didacta. Y, para ser miembro didacta, a todo lo anterior se suma: tener un título universitario  de grado superior, 300 hs. más de formación, 100 más de supervisión, 10 años mínimos de experiencia profesional en el ámbito terapéutico y la realización de un trabajo de investigación en este campo. En ambos casos, además, tu candidatura tiene que estar avalada por dos socios veteranos. En el primer caso pueden ser titulares o didactas y, en el segundo, tienen que ser necesariamente didactas.

En relación a cuando está recomendado constelar, en general no existen muchas contraindicaciones: una primera puede ser cuando una mujer está con un embarazo muy avanzado, por los efectos que su descarga emocional puede tener sobre el feto.
Otra, cuando hace poco que acabamos de hacer una. La recomendación es que se deje pasar algún tiempo entre la realización de una y otra. Si se van a trabajar temas distintos, no es necesario que el período sea muy largo. Si se va a profundizar en el mismo tema que ya se trabajó previamente, es mejor dejar pasar un tiempo para dar la ocasión a que la constelación surta efecto. En todo caso, cada persona debe apoyarse, siempre, en sus propias intuiciones y sentimientos para tomar la decisión de cuándo es, para ella, el momento oportuno para hacer una constelación.



Podéis contactar con Quintín en...
Telfs: 981575698 / 600940121

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