Muchos son los libros que vamos leyendo cuando somos personas curiosas y con deseos de saber. Algunos los recordamos más y otros menos, pero de todos nos queda siempre algún poso.
Irene Garzón nos ofrece uno de esos libros de los que el poso será profundo seguro, de esos libros que no nos olvidamos ni de su contenido, ni de cuando los hemos leído... Ni de su título!
"La sociedad que vaciaba úteros" es una novela que llega dejándonos ya una huella importante sólo al nombrarla. Representa el trabajo de 8 años de encaje de bolillos de esta Matrona con amplia experiencia tanto dentro como fuera del sistema sanitario público y nos traslada a un paritorio, a un entorno en el que se recibe vida, pero a través del crisol que supone precisamente esa experiencia de ser quien recibe la vida y de ser quien trae a otro a esta vida exterior, a esta vida fuera del útero.
Hemos querido acercarnos a Irene y contar un poco más sobre su novela en los últimos días del micro mecenazgo con el que prepara su edición para el mes de Agosto. Y esto es lo que os hemos traído de ese cálido encuentro.
- Cuando iniciamos un proyecto, tenemos unas expectativas de resultado pero también una motivación más allá de esas expectativas. ¿Cual es la motivación de "La sociedad que vaciaba úteros"?
Creo que la motivación es que las mujeres lleguen informadas a su parto, ya que he visto por su parte una confianza tan ciega en los profesionales que las atenderán que realmente me preocupa. No porque los hospitales vayan a hacer un mal trabajo, sino porque el propio hospital es una empresa en sí, y como tal gestiona sus recursos como mejor puede.
Por ejemplo, los paritorios están llenos, procurarán que los partos sean más cortos para evitar el colapso y la falta de atención a las mujeres que esperan para parir. Y si están vacíos, se hará lo contrario.
Viendo esta situación desde dentro, como trabajadora del hospital he visto a muchas mujeres que acuden a estos hospitales y profesionales con una fe casi religiosa. Y es importante que esto cambie, que en España se cambie el cómo se trabaja por el cuidado de la maternidad, y este cambio ha de venir de la mano de las mujeres que dan a luz, haciéndose dueñas de ese momento y de toda su maternidad y eligiendo lo que desean.
Esto se refleja en cómo ha evolucionado, por ejemplo, la presentación del plan de parto en nuestro país. Algo que comenzó siendo recibido de modo conflictivo y que ahora es casi rutinario en muchas maternidades.
- La información podrías contarla de muchos modos. ¿Por qué a través de historias y personajes que nos la hacen llegar?
Empecé escribiendo la historia del hospital, con experiencias propias o que me llegaban a través de compañeras, lo que sucedía a las mujeres que venían a parir al hospital, la rutina entre compañeros en el hospital...
Pero entonces pensé en incluir las realidades diarias que iba viendo fuera de ese entorno, viendo las noticias diarias relacionadas con la maternidad. Y, más allá, no contar sólo la historia dentro del hospital (historia que se inicia cuando la mujer entra en el hospital para parir y termina cuando se va a su casa), sino las diferentes vivencias desde que se iniciaba el embarazo.
Cada historia la fui creando por su lado, dejando incluso historias aparcadas en estos 8 años que llevo preparando el libro. Desde la vivencia de una prostituta, una adolescente, una madre soltera por elección, una pareja de mujeres que busca se madres o, por ejemplo, una pareja con múltiples pérdidas prenatales anteriores (algo muy común, cotidiano, de lo que habitualmente no se habla en nuestra sociedad) De tal modo que las maternidades que aparecen en el libro pueden hacer que te veas más reflejado en una u otra, o en alguna parte de una de ellas, pero refleja una parte de la sociedad en la maternidad que, en algunos casos, no vemos habitualmente.
Claro, esto ha sido muy satisfactorio, pero ha complicado la unión de las diferentes historias hasta que me he sentido satisfecha con cómo han quedado montadas e hiladas entre sí.
Irene Garzón nos ofrece uno de esos libros de los que el poso será profundo seguro, de esos libros que no nos olvidamos ni de su contenido, ni de cuando los hemos leído... Ni de su título!
"La sociedad que vaciaba úteros" es una novela que llega dejándonos ya una huella importante sólo al nombrarla. Representa el trabajo de 8 años de encaje de bolillos de esta Matrona con amplia experiencia tanto dentro como fuera del sistema sanitario público y nos traslada a un paritorio, a un entorno en el que se recibe vida, pero a través del crisol que supone precisamente esa experiencia de ser quien recibe la vida y de ser quien trae a otro a esta vida exterior, a esta vida fuera del útero.
Hemos querido acercarnos a Irene y contar un poco más sobre su novela en los últimos días del micro mecenazgo con el que prepara su edición para el mes de Agosto. Y esto es lo que os hemos traído de ese cálido encuentro.
- Cuando iniciamos un proyecto, tenemos unas expectativas de resultado pero también una motivación más allá de esas expectativas. ¿Cual es la motivación de "La sociedad que vaciaba úteros"?
Creo que la motivación es que las mujeres lleguen informadas a su parto, ya que he visto por su parte una confianza tan ciega en los profesionales que las atenderán que realmente me preocupa. No porque los hospitales vayan a hacer un mal trabajo, sino porque el propio hospital es una empresa en sí, y como tal gestiona sus recursos como mejor puede.
Por ejemplo, los paritorios están llenos, procurarán que los partos sean más cortos para evitar el colapso y la falta de atención a las mujeres que esperan para parir. Y si están vacíos, se hará lo contrario.
Viendo esta situación desde dentro, como trabajadora del hospital he visto a muchas mujeres que acuden a estos hospitales y profesionales con una fe casi religiosa. Y es importante que esto cambie, que en España se cambie el cómo se trabaja por el cuidado de la maternidad, y este cambio ha de venir de la mano de las mujeres que dan a luz, haciéndose dueñas de ese momento y de toda su maternidad y eligiendo lo que desean.
Esto se refleja en cómo ha evolucionado, por ejemplo, la presentación del plan de parto en nuestro país. Algo que comenzó siendo recibido de modo conflictivo y que ahora es casi rutinario en muchas maternidades.
- La información podrías contarla de muchos modos. ¿Por qué a través de historias y personajes que nos la hacen llegar?
Empecé escribiendo la historia del hospital, con experiencias propias o que me llegaban a través de compañeras, lo que sucedía a las mujeres que venían a parir al hospital, la rutina entre compañeros en el hospital...
Pero entonces pensé en incluir las realidades diarias que iba viendo fuera de ese entorno, viendo las noticias diarias relacionadas con la maternidad. Y, más allá, no contar sólo la historia dentro del hospital (historia que se inicia cuando la mujer entra en el hospital para parir y termina cuando se va a su casa), sino las diferentes vivencias desde que se iniciaba el embarazo.
Cada historia la fui creando por su lado, dejando incluso historias aparcadas en estos 8 años que llevo preparando el libro. Desde la vivencia de una prostituta, una adolescente, una madre soltera por elección, una pareja de mujeres que busca se madres o, por ejemplo, una pareja con múltiples pérdidas prenatales anteriores (algo muy común, cotidiano, de lo que habitualmente no se habla en nuestra sociedad) De tal modo que las maternidades que aparecen en el libro pueden hacer que te veas más reflejado en una u otra, o en alguna parte de una de ellas, pero refleja una parte de la sociedad en la maternidad que, en algunos casos, no vemos habitualmente.
Claro, esto ha sido muy satisfactorio, pero ha complicado la unión de las diferentes historias hasta que me he sentido satisfecha con cómo han quedado montadas e hiladas entre sí.
- Por qué ese título tan impactante, casi agresivo... ¿por qué vaciar úteros?
El título ha sido lo último en ser elegido, ya con la novela creada y concretada me pregunté cómo llamarla. Y me surgió una frase del propio libro, que uno de los personajes utiliza en una conversación entre una Ginecóloga y unas Matronas respecto a las cesáreas que se realizan por motivos de agendas, vacaciones u otros que son ajenos a la necesidad de salud.
En esa conversación entre profesionales, surge esta frase y la reflexión sobre qué impacto tiene o tendrá la asistencia a la maternidad actual, la cual controla como si fuéramos dioses el proceso del parto.
Por otro lado, además del significado que se le da a la frase al enmarcarla en el contexto de la historia, me pareció un título que no dejaría indiferente a quien lo viera, que le llamaría al menos a querer saber qué nos contaba la persona que escribía este título.
- ¿Qué visión de la maternidad podemos encontrar en "La sociedad que vaciaba úteros"?
He intentado ponerme en la piel de todas las personas que exponen sus razones para pensar como piensan. Mostrar los posibles motivos para estar en contra de un parto en casa, los que pueden hacer que un Ginecólogo realice una cesárea sin motivos médicos reales, los que mueven a una Matrona a decir a las mujeres lo que deben hacer respecto a la maternidad en lugar de darles información... Para que sea quien lo lea quien saque las conclusiones, las reflexiones.
Para que quien lea el libro no sólo lea un libro que le pueda entretener, sino que tenga información sobre muchas cuestiones del embarazo o el parto, incluyendo también al final del libro una gran cantidad de información científica. Porque sólo con información las mujeres podrán elegir y ser dueñas de sus decisiones.
- Ya nos has contado lo que puede aportar a las mujeres embarazadas pero... ¿qué puede aportar este libro a las parejas y a los profesionales?
Para un hombre es una puerta abierta a muchísima información, a cuestiones que pueden ayudarles a entender a sus parejas y el proceso de la maternidad, sus derechos en el parto, la atención que puede recibir en ese momento tanto él como su pareja.
En el libro aparecen de hecho, hombres maravillosos, que son grandes apoyos, muy conscientes e implicados, y que comprenden este proceso.
Respecto a los profesionales de la maternidad, he de decir que algunos lo han leído y les ha gustado mucho, ya que plantea una reflexión sobre nuevos planteamientos, cambios que pueden mejorar la atención a la maternidad y enfocarla más desde la mujer y menos desde la necesidad de protocolo que nos marca actualmente en general. Nos pone en la visión no sólo de los profesionales que trabajan allí, sino en cómo reciben y sienten las mujeres lo que desde los profesionales se les aporta.
- ¿Vaciamos úteros o vaciamos maternidades en nuestra sociedad?
Desde luego no estamos haciendo todo lo posible para que se vivan plenamente.
Tenemos contratos precarios, puestos de trabajo que desaparecen si te quedas embarazada, bajas maternales de cuatro meses, bajas de días a las parejas, puerperios en soledad...
Si a eso le añadimos la falta de información y apoyo, de redes de madres que se ayudan y el aislamiento general. Y que con cuatro meses debemos dejar a nuestros bebés al cuidado de otros porque tenemos la suerte de tener un trabajo esperándonos, está claro que como sociedad tenemos mucho que cambiar respecto a la visión, valoración y cuidado de la maternidad, y hemos de hacerlo pronto.
- ¿Cómo podemos acceder a tu libro? ¿Cómo podemos apoyar a este proyecto que es "La sociedad que vaciaba úteros?
Con las dificultades actuales que tiene un autor desconocido para publicar, decidí autoeditarme el libro, por lo que se está recaudando a través de una campaña de microfinanciación con la que se puede colaborar en ESTE ENLACE y que termina este viernes.
Apoyando esta campaña, se podrá acceder al libro de modo anticipado y también a un precio mucho más reducido, además, en el caso de profesionales se podrán incluir los logotipos en la edición en papel y también, si se distribuye, aparecer como punto de venta.
Desde el lanzamiento, previsto para agosto, estará disponible tanto en la web como en diferentes puntos de venta que indicaremos en la web.
- ¿Tendremos más?
Me han pedido más... Me han pedido saber más sobre qué pasa con esas mujeres, con sus historias tras el parto.
Gracias inmensas a Irene Garzón por sentarse con nosotras, contarnos más, y abrirnos una ventana a este libro que sabemos que removerá visiones.
Bea Fernández para www.serdoulas.com
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