domingo, 3 de febrero de 2013

Deseos para el año nuevo

 

Dentro de muy poco estaremos brindando por el inicio del nuevo año, expresando nuestros deseos de prosperidad, salud y felicidad para todos. Y despidiendo al año que ya casi nos ha entregado todo lo que tenía.

Este suele ser un momento de propósitos para el año nuevo: dejaré de fumar, haré más deporte, bajaré esos kilos que me incordian, iniciaré una nueva etapa laboral, volveré a estudiar… Esos suelen ser los más escuchados. Y estos propósitos son maravillosos si sirven para que nos sintamos mejor y demos un paso más hacia esa realización que todos buscamos de algún modo. Está claro que individuos plenos y realizados hacen una sociedad mejor, ¿verdad?
Por supuesto yo tengo mi propia lista de propósitos y deseos para el nuevo año. Tengo mi lista íntima y, claro está, otra más que tiene más que ver con la sociedad en la que vivimos.

Creo firmemente que, las mujeres sobre todo y especialmente las que somos madres o son llamadas por la maternidad, hemos de incluir en nuestras listas ciertas cosas que deberíamos pedir al nuevo año para poder mejorar nuestra sociedad y, concretamente, desde el punto de vista de la maternidad.

Yo os puedo detallar la mía. Mi lista de deseos/propósitos para todas las madres y bebés en el nuevo año:
  • Utilización de episiotomías sólo en caso necesario.
  • Inmovilización de las mujeres de parto sólo cuando sea preciso.
  • Permitir a cada mujer el manejo de su parto con el acompañante que elija en todo momento.
  • Realización de inducciones exclusivamente por motivos médicos e información completa sobre los posibles efectos de dichas inducciones tanto en la madre como en el bebé y en el desarrollo del parto.
  • Información completa, veraz y respaldada en la evidencia científica a disposición de las mujeres y familias sobre cada etapa de la maternidad.
  • Información veraz y apoyo a la lactancia materna en todos los centros hospitalarios.
  • Evitar la separación bebé-mamá para la realización de las pruebas médicas que se puedan hacer con el bebé en el pecho de su madre.
  • Información al padre y la madre sobre cada intervención, administración de medicamento o protocolo que se vaya a aplicar al bebé en todo momento para que puedan decidir sobre él.
  • Aplicación de anestesia epidural a petición de la mujer de parto y tras una información personalizada y completa sobre su uso y posibles efectos secundarios.
  • Respeto y apoyo a las decisiones de las mujeres durante su maternidad, siempre que las mismas no comprometan su salud o la de su bebé, vayan estas decisiones a favor o en contra de lo que el profesional del ramo que sea opine.
Se me quedan cosas en el tintero seguro, pero en realidad casi todo lo que he expresado es un deseo compartido por muchas mujeres y hombres: profesionales de la sanidad y de profesionales relacionados con la maternidad y usuarias/os.

Todo esto que he expresado está más o menos recogido por el propio ministerio de sanidad en la estrategia de atención al parto normal, así como por los planes de atención a la maternidad de diversas comunidades autónomas y protocolos de algunos hospitales y las recomendaciones de la OMS respecto al embarazo, parto y lactancia. Y, por supuesto, también por las leyes que recogen los derechos de los pacientes en la sanidad española y las declaraciones internacionales respecto a derechos de los niños.

De modo que todo esto que muchas personas más y yo deseamos que ocurra en el nuevo año; todo esto por lo que luchamos muchísimas mujeres y hombres, profesionales o no, cada día no es más que pedir, luchar y exigir que se cumplan las leyes que defienden nuestros derechos fundamentales y las estrategias y recomendaciones que, basadas en hechos científicos, llevan promoviendo una maternidad más respetada desde hace años.

No sé si este será el año en el que de verdad aceleremos en el camino a esta maternidad respetada. Pero sé que es un propósito compartido con muchas personas, que este camino comienza a estar muy poblado y que muchos, muchísimos, trabajamos cada día para que tome forma, avance y lleguen sus beneficios a las futuras madres y sus bebés.

Sí, a los bebés también. Porque la primera vivencia de un bebé en el mundo exterior, donde pasará el resto de su vida, es el nacimiento. Y ese nacimiento siempre será el acontecimiento más importante de su existencia hasta que su vida llegue al final ¿Acaso no se merece todo el respeto y amor que seamos capaces de darle?

Yo creo que sí. Creo firmemente que debe estar entre nuestros propósitos lograr nacimientos más respetados para tener una sociedad más respetuosa y feliz.

Feliz año nuevo a todos. Feliz nacimiento, pequeños.

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